Debido al bajo nivel de donación sanguínea en el país y en el Estado de México, donde apenas 2.5 por ciento contribuye a atender las necesidades en hospitales y áreas de urgencia, el Grupo Parlamentario del PAN propuso al Congreso local reformar el Código Administrativo y establecer el Seguro de Sangre anual, en favor de donantes altruistas.
La iniciativa de ley que, ya se encuentra en la comisión de Salud en espera de análisis, fue iniciativa de la diputada Martha Amalia Moya Bastón, luego de señalar que en el país solo se registran 145 donaciones por cada 10 mil habitantes, por lo cual el déficit es demasiado alto.
El texto que propone que se adicione como un artículo bis al dicho ordenamiento que “Con la finalidad de promover la donación de sangre, se brindará el beneficio del seguro de sangre, en favor de los donantes altruistas, esto es en caso de que necesite unidades sanguíneas por algún accidente, cirugía o enfermedad, el Centro Nacional de Transfusión Sanguínea, a través de sus centros estatales se compromete a proporcionar la sangre necesaria sin solicitar reposición de sangre a través de otros donadores”.
El seguro se otorgaría a partir de la segunda donación voluntaria durante ese año, dejando claro que la cobertura del seguro será personalísima e intransferible, pero a partir de la tercera donación voluntaria en el caso de las mujeres y de la cuarta de los hombres, en un año natural, el seguro incluirá a los familiares directos por parentesco en línea directa de primer grado.
Agrega que tendrá una vigencia de un año y podrá renovarse siempre y cuando se cumpla con las donaciones requeridas cada año y su instrumentación será establecida en el reglamento correspondiente
La panista subrayó que es imperante aumentar el número de donaciones en todo el país, donde cada cuatro segundos alguien requiere con urgencia de una transfusión, pues en la entidad la donación está lejos de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las necesidades de este tejido cumplen con los requisitos de hospitalización y cirugía de sus pacientes, donde es necesario que cada uno lleve un número de donantes para que pueda recibir el servicio. De acuerdo a las cifras oficiales, sólo 3 por ciento de las donaciones son voluntarias y casi 97 por ciento por familiares requeridos para el sector salud, con lo cual llegan a un millón 800 mil unidades que se usan cada año.
“Las transfusiones de sangre salvan vidas y mejoran la salud, pero muchos pacientes que necesitan transfusiones no tienen acceso a sangre segura cuando la necesitan. La infraestructura y políticas sanitarias nacionales deben incluir suministro de sangre inocua e inadecuada” indicó la legisladora.
MMCF