La reconversión hospitalaria en el sector Salud se mantendrá a mediano plazo, para hacer frente a la segunda ola de contagios de covid-19 que se prevé, ocurrirá entre octubre y abril del próximo año, reveló el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell.
“No planeamos quitar tempranamente las reconversiones hospitalarias, esto será un reto porque seguirá la presión ante un sistema de salud largamente deteriorado”, dijo tras informar que hay solo se ha utilizado el 15 por ciento de la capacidad de hospitales privados para atender a pacientes provenientes del sector salud, como parte del convenio que firmó el gobierno federal.
Desde Palacio Nacional en el día 100 desde que se reportó el primer caso de coronavirus en el país, reconoció que debido a la reconversión hospitalaria, en el sector salud, se priorizó atención a pacientes en estado crítico y se reprogramaron actividades que no pongan en riesgo la vida de las personas y salvo algunos casos donde los mercados globales se vieron afectados, no hay problemas de abasto de medicamentos.
Tras advertir que el gobierno de México “no está invitando a las personas a salir de sus casas”, destacó que el semáforo rojo en todo el país indica que hay un máximo riesgo de transmisión del covid-19. En estados como Veracruz, Tamaulipas o Oaxaca, la tendencia es estable, pero los casos son “establemente altos” por lo que, pese a ello, no se tiene previsto cambiar el color del semáforo.
López Gatell admitió que aunque en los últimos 15 años hubo progresos en materia de salud, el acceso es aun limitado pues el modelo es fragmentado y limitado y las inversiones se concentraron en servicios accesorios y no en los sustantivos.
Un ejemplo de ese modelo es que casi las tres cuartas partes de los servicios de laboratorio en el país, son privadas “No me extraña que parte de la inquietud de realizar pruebas, pruebas y más pruebas, fuera por eso”, advirtió.
Reconoció que aunque en los últimos 15 años, a partir de la creación del Seguro Popular hubo progresos pues se aumentó el monto de financiamiento a la salud, “lo que sí es muy desafortunado es que el dinero se dispersó en distintos servicios accesorios, se invirtió poco en servicios sustantivos. La oferta real no se aumentó y se uso ese dinero para otros mecanismos como los consultorios adyacentes a farmacias que no garantizan medicina efectiva, pues solo representan la cuarta parte de las consultas”.
El funcionario federal insistió en que la aplicación de pruebas rápidas, tienen una calidad de entre el 30 y el 50 por ciento de eficacia y sus resultados son poco confiables, pero el mercado resulta muy lucrativo pese a su pobre o nula utilidad técnica. “Es casi como hacer un volado al aire. Así de inciertas son estas pruebas”.