El encierro y la endeble economía de las familias por la pandemia disparó las atenciones psicológicas en la región realizadas por el DIF Tampico, que tiene saturación de psicólogos en las diversas dependencias.
Se llevan a cabo de 8 a 10 atenciones diarias, confirmó Aída Féres de Nader, presidenta del Sistema DIF Tampico, en donde la causa principal es el encierro de las familias y si se saca un promedio, al mes se atienden hasta 250 personas aproximadamente.
“Vemos realmente muchos casos con depresiones, en el Sistema DIF los psicólogos y psicólogas están muy llenos de consultas de mamás y niños con depresión por la falta de la vida social, el ir a la escuela, convivir con amigos y todo eso”, declaró.
La atención no se limita a los menores, los jóvenes y las madres de familia presentan cuadros de depresión, pero no solo de Tampico sino de Madero, Altamira y Norte de Veracruz, que son las atenciones que hacen.
“Atendemos cualquier caso como depresión por una situación externa estamos abiertos por ellos mismos, la desesperación de no hacer sus actividades, la violencia que existe dentro de la familia, el faltar el dinero por no tener trabajo”, puntualizó la autoridad.
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Se presentan cuadros de violencia al interior de los hogares, por eso también se da orientación psicológica, lo que muchas veces está relacionado con los problemas económicos de las familias.
Los ocho o diez pacientes diarios se atienden en todos los servicios que tienen en el Centro de Tampico, en el Centro de Fortalecimiento Familiar en la Borreguera, Morelos y en las Guarderías dependientes del DIF.
Destacó la presidenta que “no hay edad, hay desde niños, mujeres, hombres, adolescentes, hasta adultos mayores”, los que presentan diversas conductas que son susceptibles a un análisis.
Aún no se define en Tampico que los menores de edad puedan ingresar a clases presenciales, pero los cambios en el comportamiento de los niños y los jóvenes ante la falta de convivencia en la escuela ha sido uno de los principales factores para querer regresar a las aulas, es el punto de vista de algunas autoridades educativas.
Los ciudadanos se apoyan en las autoridades gubernamentales con los apoyos de atención psicológica, debido a que no tienen la suficiente capacidad económica para pagar una consulta de forma privada, la cual puede con facilidad superar los 500 pesos como mínimo.