Luego de que empleados de General Motors votarán por el NO para la renovación del contrato sindical encabezado por la CTM, estarán protegidos contra cualquier represalia que la empresa o el ex sindicato “Manuel Trujillo” pueda emprender en su contra, las cláusulas del T-MEC los asisten y su violación implicaría sanciones por millones de dólares.
”La compañía está emplazada a que, si toma cualquier represalia, puede ser multada por miles de millones de dólares, hay sanciones en el tratado que establecen que, si la empresa a raíz del movimiento de los trabajadores toma represalias o interviene en la vida interna, puede ser sancionada por miles de millones de dólares” explicó Héctor de la Cueva quien coordina el Centro de Investigación Laboral en México.
De no cumplir con las herramientas de aplicación laboral del T-MEC, la empresa automotriz podría enfrentar aranceles del 25 por ciento en sus camionetas fabricadas en Silao.
La votación que se llevó a cabo durante tres días, crea un precedente en el país, pues ahora deben revisarse los protocolos y desde los trabajadores hacer propuestas para llenar lagunas e insuficiencias que existían en el protocolo para legitimación de contratos colectivos, también tendrá implicaciones para los procesos de elección en las dirigencias sindicales.
”A raíz de esta experiencia tendrán que ser validos ya no solo para General Motors, si no para todos los trabajadores del país” agregó el experto.
La repetición de la votación para legitimar el contrato colectivo, marca el primer antecedente del Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida, y representó el primer curso de remediación conformado por 20 compromisos que acordaron los gobiernos de México y Estados Unidos luego de la queja que presentó la Casa Blanca por la “denegación” de derechos de los trabajadores de la planta relativos a la libertad sindical tras irregularidad en la votación, donde el sindicato Miguel Trujillo López fue acusado de intervenir deliberadamente.