El monumento megalítico de Stonehenge es uno de los lugares más famosos de Inglaterra y un nuevo estudio reveló el verdadero origen de sus constructores.
El análisis asegura que el monumento formado por grandes bloques de piedras sedimentadas fue erigido entre finales del período neolítico y principios de la edad de bronce por españoles o portugueses que viajaron en dirección oeste por el Mediterráneo antes de llegar a Reino Unido.
Para llegar a esa conclusión, investigadores de Londres compararon muestras de ADN de restos humanos del período neolitico hallados en el país y las compararon con personas vivas en Europa.
Los resultados fueron publicados en la revista Nature Ecology & Evolution y describen que lo que pudo ocurrir es que habitantes del neolítico (últimos años de la edad de piedra)se trasladaron desde Anatolia (actualmente Turquía) hasta Iberia (hoy España y Portugal) y Reino Unido cerca del año 4 mil A.C.,
Según datos del estudio, el ADN analizado muestra que los británicos del neolítico fueron en su mayoría descendientes de grupos que tomaron la ruta del Mediterráneo.
Cuando el equipo de expertos analizó muestras de ADN de los primeros granjeros británicos, hallaron que la mayoría se parecían a la gente del neolítico procedente de Iberia.
Esos granjeros ibéricos eran descendientes de las personas que viajaron por el Mediterráneo.Desde Iberia, o algún otro lugar más cercano, los granjeros viajaron hacia el norte, atravesando Francia, y podrían haber entrado en el Reino Unido desde el oeste, por Gales o el suroeste de Inglaterra.
Además, los migrantes neolíticos parecen haber introducido la tradición de construir monumentos con grandes piedras (megalitos), como es el caso de Stonehenge.
Si bien Inglaterra estaba habitado por grupos de "cazadores recolectores del oeste", cuando los granjeros llegaron, aproximadamente en el año 4 mil A.C., por el ADN se ve que los dos grupos no se mezclaron mucho.
Los cazadores recolectores británicos fueron reemplazados casi completamente por los granjeros del neolítico, aparte de un grupo del oeste de Escocia, según los hallazgos.
Tom Booth, coautor del estudio y especialista de ADN antiguo en el Museo de Historia Natural de Londres, indicó a la BBC que no se encontró "evidencia detectable de antecesores de cazadores recolectores británicos en los granjeros neolíticos después de su llegada".
Esto no significa, añadió, "que no se mezclaran, sino que quizás el tamaño de su población era demasiado pequeño para haber dejado algún tipo de legado genético".
Por su parte, Mark Thomas, de la University College London, también coautor, señaló que los granjeros neolíticos probablemente tuvieron que adaptar sus prácticas a las diferentes condiciones climáticas al trasladarse por Europa, pero que al llegar a este país se encontrarían ya bien adaptados.
El estudio también analizó ADN de esos cazadores recolectores británicos que tenían, según las muestras analizadas de restos del año 7 mil 100 A.C., piel oscura con ojos azules.
En cambio, análisis genéticos muestran que los granjeros neolíticos eran de tez más pálida con ojos marrones y pelo negro o marrón oscuro.
DIGL