Marco Antonio Solís "El Buki", dijo llamarse, mientras espera su turno para ser vacunado contra el coronavirus, tiene puesto un mandil que lleva por nombre "Frutas y Verduras Concha"; dice que fue motivado por su hija, quien de manera graciosa expresa "de la oreja", me trajeron.
Señaló estar acostumbrado a madrugar, y que desde las 4 de la mañana hizo fila, que a pesar de todas las cosas que se dicen respecto a la vacuna, él está contento de aplicársela.
"Estoy amenazado, si no no vengo", dijo de manera chusca al compartir su historia con Milenio Tamaulipas.
Desde la colonia Morelos, y con una silla desplegable tipo camping, llegó "El Buki", acompañado de su hija y una vecina.
Mientras respondía a las preguntas de nuestro medio de comunicación, su familiares le observaban a cada momento por la manera peculiar de describir su sentir en el segundo día de la vacunación en la UAT.
Cumplirá 64 años el próximo 11 de agosto, y tiene al menos 4 décadas en el comercio ambulante en la venta de elotes, y desde hace 20 años apoya a sus hijos en el negocio como diablero, al que calificó como "Blue Demon".
"Mi hija me trajo lonche, porque si no aquí muero de hambre por la larga espera que tenemos hacer, pero esto vale la pena. Hoy viene conmigo mi hija y una vecina", comentó.
Este martes, don Marco Antonio fue de los abuelitos beneficiados de la vacuna contra el covid-19, o conocido también como coronavirus.
Recomendó a todos los adultos de la tercera a vacunarse, porque ello va a garantizar salud.
JKSC