El covid-19 no ha sido la única epidemia que ha tenido que enfrentar Tampico. Antes del siglo XX padeció enfermedades como el cólera, peste bubónica, vómito negro, malaria o paludismo, tuberculosis, fiebre española y fiebre amarilla, todas traídas por extranjeros que llegaron en barco.
La diferencia de aquellos tiempos a nuestros días, es que no se contaba con equipo e infraestructura médicos y tampoco con vacunas, así que lo que hacían las personas, una vez enfermas, era aislarse.
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Las epidemias dejan diversas enseñanzas en la vida, afirma Rosendo Sánchez Medina, presidente del Colegio de Médicos de Tamaulipas.
¿Por qué no desaparecemos? “Porque existe cierto grupo que es resistente, que tiene armadura que impide ser dañado por algún virus o bacteria, simplemente porque su sistema es muy fuerte, así que ha sido la vida la que siempre se va adaptando, hijos de los hijos que han aguantado estas epidemias”.
Comenta que aunque para el coronavirus todavía no se cuenta con una vacuna, pronto se podrá disponer de ella, pero además es algo que se puede prevenir con las medidas adecuadas. Recuerda que hubo padecimientos aún más letales, como la fiebre española en su momento.
En 2009 la influenza AH1N1 fue otra de las crisis sanitarias donde tampoco se tenía una vacuna, pero ese mismo año fue creada. Desde hace 300 años las epidemias han estado asociadas al comportamiento de la población, afirma el catedrático de laFacultad de Medicina de la UAT, Raúl de León Escobedo.
Precisa que desde 1710 hay reportes de distintas patologías como viruela, sarampión, malaria y en los inicios del siglo XX numerosos pacientes fueron afectados por la tuberculosis así como el paludismo. Tampico se caracterizó por tener hospitales especializados en la atención de enfermedades como lepra y tuberculosis, destaca el especialista. Menciona que antiguamente existían espacios conocidos como ‘Lazaretos’ y que eran destinados a la cuarentena epidemiológica, función que cumplieron de manera eficiente pues se lograba proteger a la población sana.
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Fue José de Escandón quien impulsó dichas áreas. Muy importante fue el respaldo de médicos como Antonio Matienzo, Alfonso Alarcón y Carlos Canseco, quienes, formados en el extranjero trajeron a Tampico conceptos innovadores para su época en materia de salud pública y de saneamiento ambiental.
De León Escobedo enfatiza que las epidemias están consignadas desde hace miles de años en libros sagrados como la Biblia y la humanidad se ha podido sobreponer pero con un alto costo en vidas humanas
Peste llevó a derrumbar los comercios
El covid-19 no es lo peor que le ha pasado al comercio de Tampico. En el gobierno de Carlos Canseco no solo los cerraron sino también los derrumbaron debido al riesgo de peste bubónica.
El historiador Francisco Ramos Alcocer comenta que fue una situación parecida a la actual pero con medidas sanitarias más rigurosas. El piquete de una pulga a una rata era parte del círculo de contagio con el que la sociedad lidiaba en este caso y donde la esperanza de vida era muy poca en ese siglo.
“La gente estaba consciente que por cualquier enfermedad iba a morir”. En Tampico como en otros sitios existían zonas insalubres pues había muchas casas de madera, lo que acumulaba humedad y con ello plaga de animales.
Causaron estragos
Los cronistas de Tampico y Ciudad Madero, Josué Picazo y Carolina Infante, respectivamente, coinciden que antes del siglo XX las epidemias hacían estragos en la región, pues aunado a la falta de tecnología médica y científica de entonces, estaba el desconocimiento de la población acerca del autocuidado de la salud.
Muchos no sabían leer y escribir, a diferencia de hoy en día que la ciudadanía se informa en las plataformas electrónicas y digitales sobre cómo prevenir el covid-19.
Mencionan que la fiebre amarilla fue una de las enfermedades de gran impacto para la zona, así como la fiebre española, vómito negro, peste bubónica, tuberculosis y cólera.
Datos compartidos por el cronista de Tampico, Josué Picazo, indican que en 1833 se registró el mayor brote de cólera en la región como consecuencia de la entrada de buques trasatlánticos de Europa. El gobernador de aquella época Francisco Vital, logró sobrevivir a la enfermedad, que apagó muchas vidas.
“El Tampico moderno que habitamos se funda en 1823 y la zona misma era ya propicia para muchas enfermedades, por ejemplo la fiebre amarilla, que era similar al paludismo, una enfermedad transmitida por mosquitos, pero antes de que se diera un brote de esto, en 1833 se tiene registro de una epidemia de cólera morbo, que afectó a Tampico y al resto del país”.