Xin Xin suele estar un poco más activa por las mañanas, con movimientos lentos y perezosos levanta su cuerpo de poco más de cien kilos para dirigirse a su jardín, en donde su desayuno la espera: una porción de croquetas especiales acompañadas de su primera tanda de bambú para comenzar bien el día.
Esta despreocupada osa es hija de Tohuí y el panda londinense Chía Chía, quien viajó a México en 1988 para concebirla; ella no tiene porque saberlo, pero su nacimiento — registrado un primero de julio de 1990— la convirtió en la última descendiente de los pandas del Zoológico de Chapultepec.
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A lo largo de sus años en cautiverio, la panda se ha ganado el cariño no solo de los visitantes del parque sino también de sus cuidadores, quienes, debido a su edad, están al pendiente de todos sus movimientos.
Y es que este 2023, Xin Xin cumplió 33 años, lo que en periodo humano equivaldría a tener cerca de un centenario.
En una entrevista con Fernando Gual Sill, director general de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre — y uno de los veterinarios que presenció el nacimiento de la panda— MILENIO tuvo la oportunidad de conocer más sobre este simpático animal.
Achaques por la edad
En su juventud, Xin Xin era una panda muy juguetona, de hecho, en más de una ocasión sus cuidadores se vieron obligados a entrar al jardín para cargarla y moverla de lugar.
Sin embargo, como en cualquier otro ser vivo, los años no pasan en vano y actualmente, con 33 años de edad, su rutina se reduce a dormir, comer, ir al baño y su chequeo médico.
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Y es que además de ser una de las 600 pandas que viven fuera de China, forma parte de la lista de los ocho más longevos que viven en cautiverio, por lo que requiere de revisiones constantes así como adecuaciones de dieta y del lugar en el que vive.
“Como en cualquier especie, tenemos que atender esos achaques que tiene y todos los días estamos muy al pendiente, especialmente en su dieta pues eventualmente tiene algún problema digestivo debido a su edad”, explica Gual Sill.
Además de su comida, en los últimos años se ha modificado el recinto de la panda, esto debido a que sufre algunos problemas de la vista.
“Por lo mismo de que su vista no es la misma se le fue añadiendo vegetación para que haya más sombra en su jardín”, añade el especialista.
Seis dedos
Los pandas son animales bastante ‘curiosos’, asegura Fernando Gual, esto debido a que se adaptaron para aprovechar el bambú disponible en su hábitat natural, (es decir lo alto de las montañas del oeste de China), es por ello que poseen un sexto dedo móvil.
“Es un huesito que evolutivamente le salió de la muñeca y tiene un cojinete”, agrega el veterinario quien detalló que esta parte de la pata del panda tiene la función de facilitar el manejo de su alimento.
Cabe aclarar que por características como esta los biólogos consideran que los pandas gigantes se separaron de los osos (evolutivamente hablando) hace millones de años, sin embargo, taxonómicamente siguen siendo parte de este gran grupo.
Lo que puede hacer por su comida favorita
Los cuidadores que han acompañado a Xin Xin desde muy temprana edad conocen perfectamente los hábitos y gustos de la panda. Y es que si bien su dieta está constituida por arroz, croquetas especiales altas en fibra y bambú, hay una alimento que prefiere sobre todos los anteriores: la manzana.
Es por ello que los veterinarios han aprovechado su debilidad por esta fruta para facilitar sus chequeos médicos que van desde una muestra de sangre hasta su revisión dental.
“Tenemos sesiones de lo que llamamos ‘condicionamiento operante’ con las que Xin Xin nos permite tomar una muestra de sangre sin tener que anestesiarla (porque es un riesgo altísimo en un animal de edad avanzada). Entonces todos los días hacemos este condicionamiento y obviamente su premio es la manzana”, comenta.
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Hace cerca de 13 sonidos diferentes
No muchos lo saben, pero los pandas emiten alrededor de 13 sonidos diferentes, muchos de ellos están ligados al momento de la reproducción, aunque hay otros que se relacionan a situaciones placenteras.
“Hay uno que le llamamos el ‘borregueo’, que está muy asociado a cosas agradables, especialmente el alimento. Los pandas ‘borreguean’ mucho cuando ya están comiendo”, detalla el director general de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre.
Cabe agregar que durante la temporada de celo, estos osos emiten particulares balidos (así como marcas de olor) que les permiten comunicarse entre sí, especialmente en los bosques de bambú, en donde la visibilidad resulta sumamente difícil.
Su lugar favorito
Como todo panda, Xin Xin prefiere el frío que el calor, por esta razón prefiere el ambiente fresco de su casa de noche, donde los visitantes del zoológico pueden verla comer o descansar.
Además de esta zona, la osa tiene acceso libre a su jardín, por lo que puede entrar y salir a voluntad propia a través de los pasillos que conectan con otras áreas de su hábitat.
Si bien puede recostarse y tomar el sol en donde le plazca, tiene un lugar predilecto para hacerlo: su hamaca, esto siempre y cuando cumpla con sus estándares.
“Los cuidadores ya saben exactamente la medida, porque si está muy hundida no le gusta, si está muy levantada tampoco le gusta, entonces cada determinado tiempo se la cambian y la ajustan. Así, por las mañanas, después de comer su mezcla principal de alimento y bambú se pone a descansar ahí”, explica el veterinario.
LHM