• Del mar a la pasarela: estudiantes de Nuevo León convierten el sargazo en biotextil sostenible

Cuatro jóvenes nuevoleonesas transformaron un problema ecológico en una solución creativa con el proyecto 'Herencia'.

Monterrey, Nuevo León /

En un mundo que actualmente enfrenta problemáticas como la contaminación y el desperdicio de recursos no renovables, es importante desarrollar proyectos en los que se implementen materiales sostenibles. Esto es lo que pensaron cuatro estudiantes de diseño de modas y diseño industrial cuando decidieron convertir el sargazo en biotextil, cuyo proyecto llamaron Herencia, el cual compartieron con MILENIO.

El sargazo: de problema ambiental a oportunidad creativa

El sargazo es un tipo de alga marina parda flotante que, en su hábitat natural, como el Mar de los Sargazos, es vital para peces, tortugas y aves, ya que ofrece refugio y alimento. Sin embargo, cuando llega de manera masiva a las costas del Caribe, causa graves problemas ambientales y económicos: se descompone liberando gases tóxicos (sulfuro de hidrógeno), afecta a corales y pastos marinos, interfiere con la anidación de tortugas y perjudica al turismo al cubrir las playas, debido al aumento de nutrientes y la temperatura del océano.

Un proyecto que nació en el aula y llegó a un escenario nacional

La idea surgió al observar la problemática de la acumulación de este tipo de alga en las costas mexicanas y, aunque comenzó como un trabajo escolar, llevó a las jóvenes a obtener un reconocimiento a nivel nacional en el Premio Inédito Universitario 2025, otorgado durante la ceremonia de Design Week México.

"Mi aporte a Herencia es principalmente a través del desarrollo de un biomaterial. Esta parte del proceso inició a través de lo que es la problemática del sargazo en las costas mexicanas. En verano de 2023 empecé a ver muchos reportes de lo que era la problemática y justo dio la casualidad de que tenía que llevar una clase de desarrollo de biomateriales el siguiente semestre que venía, y al ver esta problemática se me ocurrió que sería muy interesante empezar a investigar las propiedades del sargazo. Es un material no deseado, entonces quería de cierta manera desarrollar un biomaterial a base de algo que, pues, nadie más quería", comentó Marcela Kristel López, estudiante de Diseño de Modas.

Del desarrollo del biomaterial al trabajo colaborativo

Afortunadamente, Marcela no se guardó la idea y se puso manos a la obra para desarrollar el biotextil. Además, llamó la atención de compañeras de Diseño Industrial, quienes no dudaron en sumarse al proyecto.

"Toda la idea de hacer Herencia en cuerpo y la silla de Herencia surgió en base a mostrar las aplicaciones de biomateriales en distintos productos, ¿no? No solamente en cuestión de modas o solamente en cuestión de cosas que se puedan usar, sino también cosas que puedan ser utilitarias, ¿no? Entonces, creo que todo eso fue también para abrir los horizontes de lo que era el biomaterial del sargazo y también para demostrar, en esta feria (Design Week México) con alcance nacional, cómo también esos proyectos se pueden permear y también pueden incitar a que más alumnos o más personas puedan empezar a usar biomateriales, no solamente en la ropa, sino también en mobiliario o en artefactos de diseño, y que los puedan aplicar, pues, en más cosas", mencionó Dalia Sofía Valdez, estudiante de Diseño Industrial.

Los retos de trabajar con un material no convencional

El camino no fue fácil para las estudiantes de la Universidad de Monterrey (UDEM), ya que trabajar con un material como el sargazo representaba diversas dificultades, como los efectos que podría causar en la piel y su resistencia.

"Inició con lo que es, pues, adquirir el material, en este caso recolectarlo de las costas y, obviamente, la sanitización del material, porque este era un material que originalmente estaba planeado para que se portara como piel, en este caso, y que las personas lo pudieran utilizar. Pero, como es conocido, el sargazo está lleno de muchos patógenos que pueden causar irritación y demás, entonces fue necesario encontrar las maneras de sanitizar este material para que fuera apto para el consumo humano", admitió Marcela Kristel López, estudiante de Diseño de Modas.

Dalia también explicó a qué otros retos se enfrentaron: “Creo que fue también hacer muchas pruebas de resistencia junto con Marce, y también era la rigidez del material, que es un poco más rígido que otros biotextiles o biomateriales. Eso también es muy importante a la hora de hacerlo como respaldo, para que así no se pueda romper y que pueda durar muchísimo más tiempo. Y también fue todo un reto la manera de doblarlo, de coserlo, para armarse, por ejemplo, que Marce también nos ayudó bastante con toda la parte de costura. Creo que ese fue el principal reto, que muchas veces nos costó, porque era algo muy, muy nuevo para nosotras ensamblarlo en la silla, porque nunca habíamos trabajado con él”.

Proceso de convertir el sargazo en biotextil. | Especial

Primeros resultados y proyección a futuro

Hasta el momento, las jóvenes solo realizaron una silla plegable y un vestido, aunque saben que lo que lograron puede traer muchos beneficios para el diseño sostenible en el futuro.

“Es muy importante poder transformar esos materiales que para muchos pueden llegar a ser un desperdicio, como el sargazo, en un material innovador que pueda ser reutilizado en otro tipo de usos, como en mobiliario y en prendas de moda, para poder darle una segunda vida y para que este no solo se quede como un desperdicio, sino como algo que nosotros pudimos utilizar como un objeto de uso diario que nos pueda beneficiar también en nuestro día a día”, mencionó Carolina Quintero, estudiante de Diseño Industrial, quien también dijo: “Nosotras esperamos que este proyecto pueda tener un alcance que genere conversaciones acerca de nuestras raíces, de dónde venimos, y también esperamos que este pueda crecer a espacios culturales como exposiciones, museos o incluso a instituciones del arte y del diseño mexicano”.

Su compañera Isabella Bolaños coincidió y agregó: "Creo que el utilizar, por así decirlo, desperdicios o darle una segunda vida a materiales como estos, es también darle voz a estas problemáticas que no muchas personas conocen. Entonces, más que una innovación, creo que también es una concientización de lo que se está viviendo en México y también para que en otros países puedan tomar acción ante situaciones similares".

Un mensaje para las nuevas generaciones de diseñadores

La joven también envió un mensaje para los diseñadores emergentes mexicanos: “El mensaje que nos gustaría dar a las nuevas generaciones o a las personas que también se quieren involucrar en el diseño sostenible y en biomateriales es que es muy importante conectar con sus alrededores, con su país, con su comunidad, con causas que de verdad los motiven a investigar y a poder experimentar con cosas nuevas. También, salirse de su zona de confort es muy importante. Creo que Marce y todas aquí nos salimos de nuestra zona de confort para poder realizar este proyecto y no tener miedo a arriesgarse, ¿no?, y encontrar personas con las que puedas conectar para poder realizar ese tipo de proyectos. Creo que nosotras cuatro conectamos muy bien con la causa, conceptualmente y artísticamente. Eso también fue muy importante a lo largo de este proceso y, sobre todo, que se aprende del error”.

El proyecto Herencia fue reconocido nacionalmente. | Especial

El camino hacia la patente y el reconocimiento nacional

Actualmente, el equipo se encuentra en el proceso de patentar el biomaterial, buscando asegurar la propiedad intelectual de la fórmula mejorada y del proceso de creación del biotextil.

“Se ha iniciado un proceso de patente con el propósito de seguir estudiando este material, de seguir encontrando más usos para el mismo. El hecho de que este no se quede solo como una idea, como un proyecto más, sino que se pueda convertir en un estándar; que cada fórmula nueva sea más usable, más viable, incluso que eventualmente se pueda masificar, porque es un material no deseado que es muy abundante en el mundo en general. Entonces, el hecho de que podamos encontrar maneras de utilizarlo creo que es una labor muy importante que nos debemos dar nosotros como diseñadores”, mencionó Marcela.

Las estudiantes transformaron un problema ecológico en una solución creativa, y ese fue el mérito que llevó al proyecto Herencia a obtener el Premio Inédito Universitario 2025, reconocimiento que distingue a las propuestas más originales del diseño mexicano. El galardón fue entregado el pasado jueves 4 de diciembre en la Ciudad de México, durante la ceremonia de Design Week México. El premio honra aquellos conceptos de diseño que no habían sido producidos o comercializados con anterioridad, ofreciendo una plataforma de gran visibilidad profesional y celebrando las propuestas más destacadas del diseño mexicano, enfocadas en la innovación, la originalidad y un alto potencial de impacto en la industria y la sociedad.

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  • Melannie Chávez
  • Coordino la cobertura diaria de reporteros en Multimedios Monterrey. Soy Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la UANL. Me apasiona contar historias y me encantan los temas sociales y de entretenimiento, como: moda, cine y música.

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