Debido al uso de pirotecnia, la atención de pacientes por quemaduras se incrementó hasta en un 150 por ciento durante el mes de diciembre, informó Juan Gerardo García Dobarganes, director del Centro Estatal de Cuidados Críticos de la Secretaría de Salud de Guanajuato.
Detalló que, en un mes regular, se atienden en promedio 20 pacientes por quemaduras; sin embargo, durante diciembre la cifra ha llegado hasta los 50 casos, siendo la pirotecnia la principal causa.
“Desgraciadamente la pirotecnia sigue teniendo un lugar muy significativo en este tipo de accidentes y la gente no entendemos, por la falta de cultura del autocuidado, y para nosotros es muy fácil ir a la tiendita y en lugar de reportar a la persona que está comercializando de manera ilegal o de manera clandestina estos artificios, pues le damos a nuestros hijos, a nuestros primos, a nuestros sobrinos o nosotros mismos compramos artefactos que cada vez son más peligrosos, cada vez son de más intensidad, más explosivos”, dijo.
Explicó que este tipo de atenciones se concentran principalmente en los municipios con mayor densidad poblacional, como León, Irapuato, Celaya y Salamanca.
El director del Centro Estatal de Cuidados Críticos señaló que este aumento está directamente relacionado con los festejos de la temporada decembrina y que, lamentablemente, es un fenómeno que se repite cada año, con una tendencia al alza.
“También ha habido pacientes a fuego directo, pacientes que estaban en calidad de vida en la calle y en algún momento con el consumo de sustancias ilícitas o de algún otro tipo, también de accidentes en el hogar”, puntualizó.
García Dobarganes subrayó que cada caso de quemaduras graves deja una huella profunda en el personal médico, por lo que reiteró el llamado a la población guanajuatense a evitar la compra y el uso de pirotecnia, ya que representa un riesgo grave, especialmente para niñas y niños.
“Hay un caso muy significativo que yo guardo mucho en la memoria, una explosión por un polvorín, hubo una cantidad muy muy grande de lesionados, 12 lesionados, a nosotros nos tocó atenderlos a todos, algunos salvaron la vida, pero hubo un caso que a mí me marcó particularmente, un menor que tenía el 95 por ciento de la superficie corporal total quemada y aún así luchó un mes por su vida, ese me marcó mucho porque fue por un accidente que pudo ser 100 por ciento evitable y que derivó de un exceso de confianza y costó muchas vidas”, indicó.