Fernando Escobar Ayala, investigador en Causa en Común, advirtió que la violencia de alto impacto continúa presente en Guanajuato, pese a que durante 2025 se han reportado cifras a la baja en el número de homicidios.
En entrevista con MILENIO, señaló que Guanajuato es la entidad donde se ha registrado la mayor cantidad de masacres, con 45 casos de enero a octubre. Además, indicó que son recurrentes los hallazgos de fosas clandestinas y de cadáveres mutilados, con 32 eventos documentados en ese mismo periodo.
A estas cifras se suman cerca de 60 asesinatos con indicios de tortura y 25 casos de menores de edad asesinados.
El académico explicó que, si bien las cifras oficiales apuntan a una aparente disminución de la violencia letal —con una reducción del 14 por ciento en homicidios dolosos respecto a 2024—, “también es notorio el aumento de delitos registrados en categorías ambiguas como ‘otros’”.
Añadió que en esta categoría pueden diluirse registros de homicidios dolosos, lo que impacta en la lectura real de las estadísticas.
Pese a que Guanajuato ha destacado y presumido una baja en los homicidios, la percepción de inseguridad persiste e incluso se incrementa en algunas regiones del estado.
“En el caso de Guanajuato, me parece se sustenta sobre todo en la prevalencia de actos de violencia de alto impacto o violencia a otros, que es como lo llamamos aquí en Causa en Común”, afirmó.
De cara a 2026, Escobar Ayala consideró que continuará la tendencia de las autoridades federales y estatales de sostener narrativas enfocadas en reducciones de la violencia; sin embargo, criticó que muchas de estas no están debidamente sustentadas ni reflejan por completo la realidad que enfrenta el país.
“Muchas veces estas reducciones que se celebran en los informes públicos o en las presentaciones públicas que encabezan las autoridades, la comparación es un tanto, digamos engañosa, como comparar bases de datos diferentes o periodos de tiempo no equivalentes, todo en un afán de siempre subir al público con un mensaje que hable de aparente reducción en el caso de la violencia”, dijo.
Finalmente, reiteró que los registros oficiales, por sí solos, no alcanzan a dimensionar la magnitud ni la gravedad cualitativa de la violencia de alto impacto, la cual se refleja en una persistente percepción negativa de inseguridad que, advirtió, continuará el próximo año.