El sobrepeso está fundamentado en el consumo excesivo de kilocalorías a partir de cualquiera de los tres macronutrimentos (proteínas, grasas e hidratos de carbono) y/o en la falta de suficiente gasto energético (kilocalorías) ya sea por genotipo o por sedentarismo, como lo es en la mayoría de los casos.
“El saber lo que comemos ayuda a tomar decisiones inteligentes y entender los productos que compramos en el supermercado y que consumimos en casa de manera cotidiana bien puede convertirse en una herramienta para poder hacer compras más saludables”, señaló la nutrióloga Maricarmen Osés.
Recordó que la alimentación de una persona está compuesta por muchos alimentos, “que como piezas de rompecabezas armarán la dieta diaria de un ser humano”.
“La propuesta de la nueva legislación del etiquetado nutrimental frontal está basada -en mi opinión- en dos situaciones: una lectura comprensible que permitan que el consumidor esté informado del perfil de nutrientes del alimento que va a comprar y consumir”, explicó.
Desde mi perspectiva, agregó, creo que la definición de etiquetado nutrimental es la de dar datos específicos y objetivos, es decir, informo de manera clara qué contiene lo que me voy a comer, no por 100 gramos sino por porción del alimento a consumir: si me voy a comer una bolsita papas que me digas cuanto y de qué me voy a comer con ese producto.
“El nuevo etiquetado habla de servir como política pública, de ser adecuado y proporcionar información clara, sencilla, visible, en forma rápida y fácil de entender, pero no debemos dejar de ver que no incluye información objetiva, es más bien una categorización de productos procesados que calificará a alimentos altos en calorías, altos en grasas saturadas, alto en sodio altos en azúcares y probablemente edulcorantes artificiales”.
La también integrante del Colegio Mexicano de Nutriólogos y de la Asociación Mexicana de Nutriología A.C. señaló que la preocupación del etiquetado radica en que la disponibilidad y accesibilidad de productos procesados ha desplazado los alimentos frescos y eso modifica los hábitos de conducta de las familias.
“La información nutrimental desde mi perspectiva solo es útil cuando existe una conciencia de cuanto debería comer y de qué al total del día”.
REPL