Uno de los mitos sobre el pintor Amadeo Modigliani (Livorno,1884-París,1920) es que murió en la pobreza. Sin embargo, Marc Restellini, curador de la exposición con la que se rinde un homenaje en el centenario de su fallecimiento en el Museo del Palacio Bellas Artes, desmintió esta versión romántica alrededor del artista.
Al presentar la muestra El París de Modigliani y sus contemporáneos, Restellini, historiador del arte y especialista en la vida y obra del pintor, aclaró ayer: “No murió realmente pobre. El valor de sus obras, cuando estaba vivo, empezaba a ser relativamente representativo. Modigliani vendía sus obras en 500 francos en la época en que murió, y en 1920 era una suma importante, porque eran francos oro. No murió pobre, murió siendo reconocido, empezaba a realizar exposiciones”.
De acuerdo con el curador, “realmente fue una leyenda la que hizo que Modigliani fuera visto como alcohólico y pobre. Se le quiso mostrar como Soutine, que siempre dijo que falleció pobre porque estaba mal vestido, cuando en realidad había realizado unas 504 obras y tenía mucho dinero”.
Restellini recalcó que “esa creencia que se ha difundido hasta ahora no es exacta. Las obras de Modigliani en el mercado del arte son alucinantes, soy responsable del mercado de su obra y estoy a la cacería de sus falsificadores. Esto hace que suban los precios de las obras que sí son auténticas, pero eso es otro debate”.
En conferencia de prensa, adelantó que cinco de las mejores obras que pintó Amadeo Modigliani, entre ellas Niña vestida de azul, se exhiben en la exposición en el Palacio de Bellas Artes, que a partir de hoy se puede visitar de las 11 a las 17 horas. La muestra está conformada, en su mayoría, por obras de la colección Jonas Netter, quien fue mecenas del pintor italiano.
“Es un homenaje a Modigliani, un artista que no solo es popular, sino que además es uno de los artistas más conocidos y amados en el mundo. Es una exposición por bloques, porque va contando decenas de historias, inclusive de sus contemporáneos, como: Chaim Soutine, Maurice Utrillo, Moise Kisling, André Derain y Suzanne Valadon, además de Diego Rivera, Ángel Zárraga y Benjamín Coria”.
La exposición alrededor de uno de los artistas más importantes del siglo XX está integrada por 143 pinturas, 11 dibujos, cuatro libros, dos máscaras y cuatro reproducciones de fotografías y videos.
Se muestra cómo el París de la época de Modigliani se va a convertir en el corazón de la atracción de artistas que llegarán de Italia, Ucrania, Mozambique, Polonia, Estados Unidos, México y otros países. En esos años París se convierte en el corazón cultural del mundo.
“Jamás hemos visto nada igual. En este contexto se da la relación entre Modigliani y Diego Rivera, que vivirán juntos entre seis y ocho meses en un mismo taller”, recordó Marc Restellini.
Medidas sanitarias
La inauguración de la muestra estaba prevista para el 26 de mayo y su clausura para al 28 de junio de este año, pero se tuvo que posponer debido a la emergencia sanitaria del covid-19. Aunque se anunció que los museos empezarían a dar servicio en semáforo verde, la muestra se abre hoy en semáforo naranja y con un registro de más de 66 mil personas fallecidas en nuestro país a consecuencia de la pandemia.
El Museo del Palacio de Bellas Artes ha tomado las medidas necesarias para evitar cualquier contagio entre los asistentes a la muestra. Antes de entrar al recinto se les tomará la temperatura, después se les dará gel antibacterial y finalmente los rociarán con una sustancia para desinfectar.
Elemento africano: un estilo único
En la muestra se exhiben dos máscaras de madera provenientes de la etnia fang de África Central, que ilustran el influjo de su estilo. De acuerdo con Barbara Steinberg, hacia 1909 “Modigliani pintó retratos de estudio con una paleta cubista con colores negro, cafés, grises, casi blancos, rojo ocre y siena quemado. Su estilo se volvió único”.