Hidalgo es un estado rico en todo sentido, y cada uno de sus municipios es muestra de las joyas turísticas que se pueden descubrir y uno de ellos es Actopan, de origen otomí derivado de “Atoctli” cuyo significado es “tierra gruesa, húmeda y fértil”; y “Pan”, que es “en o sobre”, conforman el nombre de la localidad: “sobre la tierra gruesa, húmeda y fértil.”
Es sobre esta tierra se realizan platillos únicos, alimentos que forman parte de la cocina tradicional de este lugar y por la que ha sido reconocido como Pueblo con Sabor, que ha convertido al municipio entre otros atractivos, en uno de los destinos favoritos de los turistas, no solo locales sino también del país.
- Te recomendamos Zempoala, el Pueblo Mágico con sabor y riqueza arquitectónica Comunidad
Actopan se distingue por su deliciosa barbacoa, un platillo tan típico que vale mucho la pena ir de visita solo para probar unos buenos tacos, acompañados con un consomé bien calientito, y es en julio que se realiza la Feria de la Barbacoa, y que promete a sus invitados el mejor de los sabores.
Otro de sus platillos principales es el ximbo, realizado a base de nopales acompañado con carne de pollo y monguises, los chinicuiles de maguey son un suculento platillo cocinado en diferentes formas.
Es así que si se busca una escapada en un fin de semana, este municipio es la mejor opción, y se ubica a solo unos minutos de Pachuca y todos los días de la semana se puede encontrar la venta de la antes mencionada barbacoa y pulques naturales o la diversidad de curados.
Actopan es llamada la Ciudad del Convento, pues alberga una de las maravillas arquitectónicas del Siglo XVI mexicano: el templo y exconvento de San Nicolás Tolentino que fue fundado en 1548.
Constituye uno de los más notables ejemplos de la arquitectura religiosa mexicana, toda vez que la orden agustina no hizo votos de pobreza y sus construcciones fueron realizadas con gran elegancia y riqueza.
Hay cientos de metros cuadrados de pintura mural pero destaca el cubo de la escalera hacia las celdas en donde se inmortalizó a los jerarcas de la congregación y por supuesto a San Agustín. A la izquierda del edificio principal se encuentra una gran capilla abierta con frescos sobre “La Creación” y otros temas. Todo el conjunto conventual estuvo muy equipado.
En sus muros y bóvedas se aprecian frescos originales con escenas del Antiguo Testamento e imágenes de santos y personajes religiosos. En su jardín está ubicado el Museo de Arte Popular Otomí, con piezas antiguas y contemporáneas de dicha cultura, así como la Casa de Cultura. Se ubica en la calle Lerdo De Tejada 1 , Col. Centro, y se encuentra abierto al público de martes a domingo, de 09:00 a 17:00 horas.
Otro lugar emblemático es el obelisco en donde se puede pasar un momento familiar ya que cuenta con un pequeño parque con juegos para niños y niña.
También se encuentra la Zona Arqueológica Quiahuiztlan que se le conoce como "el lugar de lluvia"; que se yergue en las alturas del cerro de Bernal, merced a un complejo sistema de terrazas.
Es un importante asentamiento totonaco donde se encuentran las tumbas labradas en piedra, imitan templo o pirámides, en las que fueron enterrados los nobles, se deduce que era una zona sagrada.