Las piezas arqueológicas son bienes de la nación, por lo cual está prohibido poner a la venta y comerciar cualquier bien correspondiente a las culturas originarias de México, sentencia Diego Prieto, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), al referirse a la subasta Quetzalcóatl: serpent à plumes, programada por Christie de París, Francia, para el 9 de febrero.
En entrevista, el director del INAH dice que México peleará para evitar que se subasten dentro de los 40 lotes, 33 piezas de las culturas maya, tolteca, mixteca y mexica, con el fin de combatir el tráfico ilícito de bienes culturales. “No nos vamos a rendir, aunque se requiere tiempo y de un trabajo multifactorial por el lado de la diplomacia y de las relaciones culturales”.
¿Qué hará el gobierno de México para evitar que se subaste este patrimonio?
Estaremos coordinados con la Cancillería y con la Fiscalía General de la República, vamos a ver si podemos detener la subasta para evitar la venta de las piezas y lograr la incautación. Pero, reitero, eso es algo muy complicado, porque nos enfrentamos a una disparidad jurídica. Nosotros no queremos guerra con ningún país, vamos a respetar sus leyes, pero también lo cuestionaremos y trataremos de encontrar los vericuetos jurídicos que nos permitan ganar esa batalla.
¿Por qué otra vez una casa de subastas en Francia vende piezas de arte mesoamericano?
Se amparan en una legislación muy permisiva que, por supuesto, a diferencia de la nuestra, no establece con precisión la pertenencia de los bienes culturales originarios de una nación. Esta casa (Christie’s) busca los nichos donde hay una legislación más favorable a este tipo de comercio que, para nosotros es ilícito, aunque no para las leyes francesas. Nosotros exigimos que las esas piezas tengan una procedencia honesta y legítima, pero en el caso de Francia, ellos asumen que hay una posesión de buena fe y no preguntan por el origen.
En 2019 hubo una subasta similar en París, y el INAH se manifestó, pero sin éxito.
Es un problema jurídico, no podemos obligar a otro país a que aplique nuestras leyes. Por supuesto que estamos insistiendo para que se realicen las modificaciones que permitan al estado francés exigir una serie de requerimientos para detener, contrarrestar y evitar este comercio. Para nosotros es absolutamente ofensivo, empezando por el nombre de la subasta: Quetzalcóatl, serpiente emplumada. Evidentemente, con eso quieren valorar las piezas, algunas de las cuales son de reciente manufactura, no son originales, al menos el 20 por ciento de ellas, y las amparan con esta referencia cínica.
¿Por qué con Francia no han concretado un convenio para frenar el tráfico ilícito?
Estamos en eso, perfilando acuerdos. Estábamos muy esperanzados en que las declaraciones del presidente Emmanuel Macrom, en el sentido de que Francia iba a ser un país muy dispuesto a la recuperación de bienes del patrimonio de otros países, sobre todo africanos, se tradujera en hechos, pero eso no ha sucedido pues las burocracias existen en todo el mundo.
Necesitamos que el Estado francés construya una legislación más anuente, más dispuesta a la recuperación de nuestros bienes que están en el exterior. De palabra lo han dicho, lo que necesitamos es verlo en los hechos.
Luchar por los tesoros nacionales
De acuerdo con el director del INAH, el gobierno de México luchará por la incautación de esos bienes. “El hecho de que algo tenga un alto grado de dificultad, no quiere decir que no lo hagamos, no es sencillo, pero tenemos que seguir peleando, ya que esos bienes para nosotros son tesoros nacionales. Para la legislación mexicana el hecho mismo de que esas piezas arqueológicas estén en París, en Francia, en un territorio distinto al de su origen, ya supone un ilícito, debido a que la legislación mexicana establece que los bienes arqueológicos de México son propiedad de la nación, inalienables, imprescriptibles e inembargables”.