El camino de Juan José Arreola en la cultura es asombroso. Ejemplo de la manera en que una vida se puede nutrir de expresiones y actividades diversas, fue a lo largo de su vida muchas cosas: practicó diversos oficios, estudió varias disciplinas, se enfrentó a cargos de importancia pero, ante todo, fue un enorme lector y un escritor pulcro, intenso, divertido, preciso.
Esta capacidad de abarcar múltiples artes e integrarlas en una vivencia artística pero también de vida —transformada en belleza que brota de las manos, el cerebro y el corazón— la heredó su nieto Alonso Arreola, bajista, periodista, escritor, compositor, alma inquieta que va de la música a la literatura y más allá, creando vasos comunicantes entre las obras, sus creadores y un público que, por lo regular, sale asombrado de sus conciertos, de sus shows.
El 12 de junio estrenó en el Teatro Juárez, de Guanajuato, La migala. Una lectura suicida, espectáculo basado en el famoso cuento corto de Arreola. El 11 de julio la volverá a montar, ahora en el Foro del Tejedor de El Péndulo Roma, en Ciudad de México. Charlamos con él al respecto.
¿Qué representa "La migala" en la obra de tu abuelo, Juan José Arreola?
Es un texto que refleja bien el estilo e intereses de mi abuelo. Hablo de brevedad, relojería y... algo de paranoia. Es un cuento que siempre me atrajo por lo que abarca en sus vacíos, por lo que dice sin decir. Representa una suerte de aislamiento y suicidio torcido que se queda en un preámbulo atractivo. Dicho en palabras sencillas, "migala" significa tarántula; es la araña venenosa que un hombre freak y despechado libera en su departamento para eventualmente ser picado y morir. Es el aplazamiento de esa muerte lo que, paradójicamente, le da sentido a su vida. Nunca, por cierto, sabemos si fue realmente envenenado o no por el insecto. Yo utilizo el texto como engrudo para homenajear a numerosos artistas suicidas que dejaron huella en nosotros.
Llevas años presentando esta unión de letras y música a través de diversos espectáculos. ¿Cómo ha sido la experiencia?
Efectivamente. Para mí la música y la literatura se reúnen inevitablemente no solo en el híbrido llamado canción, sino en espectáculos elásticos que me permiten explorar eso que mi abuelo subrayó tanto en vida: la lectura en voz alta; pero lo hago con grandes dosis de dramatización en las que involucro iluminación extrema, vestuario, utilería y, desde luego, mi parte musical.
¿Quiénes te acompañan y por qué pensaste en ellos?
El cantautor y amante del teatro Juan Manuel Torreblanca, quien no solo encarna al personaje principal de "La migala" leyendo el texto, sino quien también canta "La araña", de José Alfredo, entre otras cosas más; Denise Gutiérrez (voz del grupo Hello Seahorse!), quien representa al espíritu de Beatriz (personaje del cuento), que también aborda piezas y poemas de múltiples suicidas; Sofía Mora, bajista que además actúa el papel de Aracne, tejedora del destino que aporta datos científicos sobre las arañas; y yo mismo, un locutor alcohólico que engarza los hilos de la telaraña en torno a un programa radiofónico llamado La noche suicida, "el único programa en donde la muerte es bienvenida". Pensé en ellos porque nos hemos acoplado bien en múltiples experiencias previas, porque comparto preocupaciones hipocondríacas y aficiones un tanto oscuras... jeje... porque nos gusta abrir paréntesis reflexivos en la ruta de nuestras actividades artísticas principales.
Habrá canciones de INXS, Lucha Reyes, Soundgarden, Eugenio Toussaint, Nirvana, Emerson Lake & Palmer, Elliott Smith, Jeff Buckley y Joy Division. Una selección ecléctica pero que pinta muy bien. ¿Cómo haces esta “curaduría” de temas?
Eso es lo que más me gusta del espectáculo: poder reunir géneros, épocas y geografías sonoras tan diversas a partir de una de los tabúes más comunes de la humanidad: el suicidio. La selección la hice por el destino compartido de sus autores, por sus letras o sugerencias rítmicas, por la manera como se combinaban con el texto y con los poemas seleccionados, todos de plumas mexicanas.
Además de los poemas, integras historias periodísticas de distintos momentos del siglo XX. ¿Por qué?
Porque es parte de mi ser. Soy músico pero también periodista y escribano. No me explico el mundo sin esas distintas perspectivas. La abstracta, la exterior y la introspectiva. Eso dota al espectáculo de un carácter dinámico y variado, desquiciado y entretenido que evita el estatismo. Además, como decía antes, el juego de luces que pensé es muy especial.
La migala, esa araña que protagonizó el cuento de tu abuelo, tiene que ver con la muerte, el desamor, el destino. Sigue igual de vigente que cuando lo escribió, o quizá más. ¿Qué opinas?
Siempre estará vigente. La muerte, o mejor dicho, su posibilidad, representada en una araña, es el mejor motor de la vida, incluso cuando se ha entregado a la decepción. Y es que la "persecución", del tipo que sea, genera movimiento. Sentir que algo nos pisa los talones nos incomoda pero nos impulsa. Claro que en el caso de las arañas hay muchas otras consideraciones: la manera como diseñan su red fatal, como atrapan a su presa, como se ocultan... son hermosos recordatorios que habitan la casa de la vida pasajera.
¿Qué tal fue la experiencia en el Teatro Juárez de Guanajuato y qué veremos en el Foro del Tejedor del Péndulo Roma, el próximo 11 de julio?
Lo del Teatro Juárez fue un sueño cumplido; es mi teatro favorito de México por su belleza, tamaño y acústica. Allí pudimos comprobar que la pieza es un acierto poético que conecta y provoca a la audiencia dejándole una herida sonriente. En el Tejedor, al que volvemos luego del pasado sold out de junio, mostraremos una versión más pulida y madura, pero igualmente entregada al experimento y el temperamento del día.
Jueves 11 de julio, 20:30 horas
350 pesos
Foro del Tejedor
Álvaro Obregón 86, Roma Norte, CdMx