Amo el violonchelo, el cine y a México, un país donde nunca te aburres: Richard Markson

Entrevista

El director de orquesta británico asegura que no tiene destreza para otra cosa que no sea la música, a la cual ha dedicado su vida: “Es una de las carreras más inseguras donde factores como la suerte y el presupuesto se imponen al talento”.

“Soy de izquierda, pero hay ideas de sus ideólogos que me parecen peligrosas”. (Flavio Becerra)
Editorial Milenio
Torreón /

El director de orquesta y violonchelista británico Richard Markson dice que a la música hay que dedicarle la vida y los cinco sentidos, pues es una de las carreras más inseguras donde factores como la suerte y el presupuesto se imponen al talento.

De padre médico y madre músico, cuenta que descubrió su amor por la música un poco tarde, a la edad de 12 años; sin embargo, no así por el instrumento, del cual, asegura, fue amor a primera oída.

Si usted fuera un disco de dos caras como los de antes con un lado A y un lado B, ¿cuál sería el B, qué aficiones o vocaciones hubiera explorado?

No sé, porque no tengo talento para otras cosas. Me acuerdo cuando conocí a Paul Tortelier, uno de los chelistas más destacados del mundo y quien después fuera mi maestro, me preguntó: ¿qué edad tienes?, le respondí que 12. Él me dijo entonces que era un poco tarde para empezar.

¿Cuál es su país favorito?

Conozco muchos, pero amo México desde mi primera visita en 1976, tengo muy buenos amigos y colegas; empecé a tocar con el pianista Jorge Federico Osorio, con quien lo sigo haciendo no solo en México sino en muchos países; también con mi esposa, Mayumi Fujikawa, una gran violinista.

A pesar de todos los problemas, México me gusta mucho porque hay calidad de vida, que es muy importante. En Ciudad de México hay problemas, pero nunca te aburres.

¿Hay países donde uno se puede aburrir?

Sí, por ejemplo, Estados Unidos, sobre todo en el oeste. No estoy hablando de Chicago, Boston o Nueva York, sino del sur, donde está la base de Trump, esos lugares donde la gente no tiene educación, donde no saben ni leer ni contar; sin embargo, saben votar por tipos como Trump, es increíble.

Es muy triste lo que sucede en Estados Unidos, pero no solo allá, en Europa también pasan muchas cosas que vislumbran un camino muy peligroso, por ejemplo la locura del brexit en mi país, es un tipo de populismo que no tiene nada que ver con los intereses de la gente. Los que votaron por el brexit son quienes más van a sufrir.

¿Cómo un extranjero visualiza México?

El gobierno de ahora es bueno, pero parece que falta experiencia, no solamente hacen falta líderes con visión, sino políticos pragmáticos. Hay varias ideas, yo nunca podría ser de derecha, pero hay varias ideas de izquierda, de sus ideólogos, que me parecen peligrosas, no solamente aquí.

En Inglaterra ahorita tenemos un partido de izquierda que quiere regresar a que el Estado controle todo, nada más tendrían que visitar China para ver cómo funciona.

¿Le gusta el cine, cuál es su película favorita?

Hay una película que me gusta porque me identifico con ella, The Sunshine Boys, con Walter Matthau y George Burns, fue Neil Simon quien la escribió.

Es una película que me parece muy interesante por su manera de presentar lo que pasa con la edad: una persona no quiere aceptarla y otra está totalmente tranquila con ella, es muy divertida.

¿Tuvo hijos, cómo es su familia?

Tengo un hijo, Oliver Markson, ya se casó. Tengo una nieta, ellos viven en Nueva York, Oliver también es pianista, tocaba conmigo, una vez con la Orquesta Carlos Chávez.

¿La música podría ser la mejor herencia para su hijo?

Es una profesión muy insegura, creo que si quiere escoger música como profesión no deberías tener otra opción, tendría que ser la única cosa que tienes que hacer.

Es una profesión insegura por la cuestión financiera, porque la carrera no depende solamente del talento sino de muchas cosas, entre ellas la promoción y la suerte.

Conozco muy buenos músicos que no tienen trabajo y músicos menos talentosos que tienen mucho trabajo. Es la suerte, la familia, el presupuesto.

En México es un problema y puedo decir que es un poco más exagerado porque es una sociedad, en mi opinión, inequitativa. Doy clases y tengo alumnos que no tienen nada de dinero, entonces no pueden desarrollarse, no llegan a tener el entrenamiento que necesitan porque no tienen los medios para hacerlo.

Los músicos que trabajan en las mejores orquestas tienen que hacer otras cosas, tienen que hacer trabajitos todo el tiempo para ganarse la vida. No es como en Estados Unidos, donde son muy competitivos, pero una vez que tienen una posición en una orquesta en Boston o Chicago se pueden ganar una vida bastante bien, pero solamente ahí.

En Inglaterra es lo mismo, los miembros de las orquestas tienen ensayos en la mañana, pero en la tarde cruzan la ciudad para hacer un trabajito y en la noche regresan para dar concierto, eso no es una vida. Yo tengo suerte, pero no es una profesión para todos porque se necesita talento, pero también saber que es la única cosa que se debe hacer y que no está garantizado el éxito.


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