“Por mucha tableta o teléfono celular y computadora que haya, el ser humano sigue siendo esencialmente lo mismo. Los niños siguen disfrutando de jugar, imaginar, reír y compartir, eso lo vivimos nosotros en el escenario”, dice Andrea Christiansen, la payasa Pimpolina.
“Debo decir que los adultos también responden como si fueran niños, se ríen y patalean como si fueran pequeños. Es con esa parte que nosotros trabajamos cuando estamos en el escenario”.
La artista, que realizará una gira por Baja California Sur con su compañía, sostiene que siempre que sale al escenario resulta una experiencia gratificante porque las infancias son muy receptivas.
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¿Cuál es tu definición del clown?
Para mí el clown es un personaje que permanentemente está en busca de su libertad, y con toda esta técnica, busca romper las reglas de lo convencional para encontrar un universo propio, lo cual es un acto de rebeldía, es un personaje que todo el tiempo está jugando a encontrar su libertad. Todo gira alrededor de la risa y el humor, pero sí hay una apuesta muy fuerte por la creatividad, por no conformarse con el lado convencional de las cosas.
¿Cómo le va a una mujer payasa en la vida?
No es fácil de responder. Lo que puedo decir es que no es muy diferente a la vida de todas las mujeres y todas las profesiones en la que las mujeres hemos tenido que dar una batalla muy dura, para que nos den nuestro lugar, para que nos respeten, el famoso techo de cristal. Entonces sí ha sido una carrera dura, como lo es la de cualquier mujer que se proponga hacer un trabajo profesional, con la ventaja de que, al ser payasa, una logra reírse de tantas cosas injustas y abusivas porque el ejercicio de clown se permea a la vida.
La payasa dice que a veces Pimpolina y Andrea están muy fusionadas, “por lo que el ejercicio del humor ayuda a alivianar un poco todas las dificultades para poder verlas desde el humor, desde la ironía. En ese sentido este trabajo te llena de energía y vitalidad. Soy partidaria de la risa, del humor, creo que sin ellos no podría sobrevivir en este momento”.
El derecho a soñar
En el Día del Niño, la Compañía Pimpolina Clown iniciará una gira por una decena de municipios de Baja California Sur.
Con el espectáculo familiar Los sueños de Pimpolina, Andrea, autora, directora y payasa de la obra, presentará esta comedia acompañada de Rafael Juárez Cuevas (mimo-clown y Premio Nacional de Pantomima 1994) en el papel del Gruñón.
Christiansen define este montaje como una obra de pantomima y clown, cuyo principal elemento es el humor sin palabras.
“Es un espectáculo muy divertido, muy ágil y al mismo tiempo muy profundo, tiene todo un sentido social porque los dos personajes de la obra van entretejiendo una historia que tiene como argumento de fondo algunos temas de mucha actualidad: la violencia de género, el autoritarismo, el derecho a soñar y la libertad”.
Por medio de la comicidad, la compañía busca fomentar el espíritu crítico, la imaginación y la capacidad creativa. En medio de una pista de un circo, la payasa Pimpolina quiere hacer su gran número y permanentemente aparece el jefe de pista, amargado y gruñón, para prohibirle todo, pero ella no pierde la esperanza, hasta que logra interesarlo y conmoverlo. A partir de ese momento la relación de disputa se transforma en una de amigos.
La obra aborda el tema de la frustración cuando una persona quiere hacer algo y la limitan, circunstancia con la que mucha gente se identifica.
“Se va dando una empatía muy linda, lo que buscamos es decirle a la gente que sí puede poner límites y decir hasta aquí; defender el derecho a soñar y a la libertad, ponerles un alto a los personajes mandones y autoritarios. Esto, como no es verbalizado sino por medio de acciones, provoca muchas emociones entre los asistentes”.
El pago a sus actuaciones, dice, lo reciben de inmediato, con las sonrisas, carcajadas, aplausos y saludos del público.
¿Por qué quisiste llevar Los sueños de Pimpolina a una gira?
Realizaremos una gira intensa porque vamos a recorrer todo el estado de Baja California Sur, del 30 de abril al 8 de mayo, con la intención de llevar esta obra teatral a quienes normalmente no van al teatro porque no tienen recursos para ello. Nos proponemos llegar a lugares muy alejados, a municipios como Mulegé, San Lucas, Santa Rosalía, San Bruno, Heroica Mulegé, Loreto, Comondú, Cd. Constitución, La Paz, Todos Santos, Los Cabos, Cabo San Lucas y San José del Cabo, entre otros.