Adentrarse en los secretos y en lo que sucede del otro lado del telón: cómo es que los actores, el director, y en ocasiones hasta el dramaturgo, viven singulares momentos previos al salir a escena, son aspectos que se pueden conocer en el obra de teatro ¡Que arda Tebas!, cuya temporada está prevista del 28 de marzo al 23 de mayo en el Centro Cultural Helénico.
El dramaturgo Américo del Río se da la licencia de retomar un clásico y modificarlo, superando el teatro acartonado, pero realizando una obra dentro de la obra de Edipo Rey de Sófocles, considerada por Aristóteles como la tragedia perfecta.
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Es tal la trascendencia de su mensaje, explica, que el propio Sigmud Freud, el padre del psicoanálisis, creó el término complejo de Edipo basado en el mito de la antigua Grecia para hablar de Edipo, hijo del rey de Tebas que mata a su padre y se casa con la reina Yocasta, que resulta ser su madre.
“Dicha figura mitológica está en el inconsciente colectivo de alguna manera, pues son de esas historias que todo mundo refiere, pero pocos realmente conocen su estructura central”, cuenta el también actor.
¡Que arda Tebas! es una especie de tributo al teatro que en muchos sentidos ha definido la vida de Américo del Río, por eso apuesta por su reestreno.
“El público tendrá una visión privilegiada, por un lado verá lo que sucede en un camerino antes del estreno de una obra y por otra parte, tendrá el privilegio de enterarse de lo que pasa en el escenario. Es una compañía de teatro con una versión muy vanguardista y posmoderna, que se inspira en uno de los clásicos”.
Relata que el montaje se ubica precisamente en el día del estreno, cuando uno de los actores no llega al teatro, sin embargo, la obra tiene que iniciar ya que depende de la presencia de las autoridades gubernamentales y, además, porque al director de la obra le urge dar a conocer un manifiesto político”.
— ¿Cómo se acerca a la obra clásica Edipo Rey?
Dentro de la estructura de ¡Que arda Tebas! hay resonancias estructurales de la propia tragedia de Edipo Rey, aunque no sea en tragedia hay ciertos hilos muy finos que, alguien que conozca la obra se dará cuenta de ello. En la reescritura me di cuenta de que tenía que modificarle ciertas cosas y me di a la tarea de cuidar mucho que aquellos no iniciados en el teatro no se perdieran.
—¿Qué representa en su carrera haber sido discípulo de dramaturgos como José Solé o Luis de Tavira?
Fue realmente un honor, un privilegio y un regalo de la vida (estar) con los grandes directores y dramaturgos, que crearon escuela al transmitir su visión del arte, de la literatura dramática y de la actuación.
—¿Qué significa recibir reconocimientos como el Premio Nacional de Dramaturgia Emilio Carballido?
Es un espaldarazo de tamaño gigante, de la mano de Dios, es inconmensurable y representa una gran responsabilidad, pero también me pone a pensar: ¿qué se hace con esto? Porque en México hay muchos premios nacionales que generan un movimiento dramatúrgico interesante, el problema es que no se continúa con esa carrera.
—¿La dramaturgia mexicana goza de buena salud?
Creo que goza de mucho ímpetu, hay mucha gente escribiendo y eso se puede ver en los concursos. Aunque creo que hay un extravío en el discurso desde mi percepción: muchos están siguiendo la misma estrategia para narrar la realidad, tal vez nos hace falta alejarnos un poco para encontrar otra salida. De pronto veo las temáticas muy simulares al abordar la problemática del país.
La puesta en escena ¡Que arda Tebas!, bajo la dirección de Juan José Tagle y con el apoyo de EFIARTES, ofrece un 50 por ciento de descuento en la preventa de boletos para que un mayor número de personas acuda a la funciones que se ofrecerán los lunes, martes y miércoles a las 20:00 horas en el Teatro Helénico, del 28 de marzo al 23 de mayo.
PCL