Sin definir, celebración por el centenario del pintor Juan Soriano

El mejor homenaje, dice Marek Keller, será que sus cenizas reposaran en el museo que lleva el nombre del creador en Morelos.

En la recámara del promotor cuelga una reproducción de un autorretrato del jalisciense realizado en Roma. (Ariana Pérez)
Ciudad de México /

Depositar las cenizas de Juan Soriano (Guadalajara, 18 de agosto de 1920-Ciudad de México, 10 de febrero de 2006) en el museo que lleva su nombre en Cuernavaca, Morelos, es el deseo de Marek Keller, incansable promotor del creador rebelde, cuyo nombre verdadero era Juan Francisco Rodríguez Montoya.

Para la pareja del artista plástico, depositar los restos del pintor, escultor, grabador, ceramista, escenógrafo y diseñador de vestuario sería el mejor homenaje para festejar su centenario de nacimiento.

“Es un proyecto muy mío para evocar a la persona más importante de mi vida, que falleció a los 86 años —dice Keller en entrevista—. Ojalá pueda realizarse, porque creo que la urna con sus cenizas deberían estar en el Museo Juan Soriano, junto a sus obras. Considero que es el lugar ideal para preservarla, ya que actualmente la urna, diseñada por su fundidor con las palomas que recreó Juan en sus obras, está en esta casa”, dice la pareja sentimental del artista.

Hasta el momento ningún representante de las instituciones culturales del país ha llamado a Keller para invitarlo o compartir con él alguna propuesta de conmemoración por el centenario del creador originario de Jalisco.

Sin embargo, Keller organizará una exposición en Polonia, en el Jardín Escultórico Juan Soriano. Para ese espacio tiene pensado montar una muestra con todas las obras que el polémico artistas realizó en Europa, tanto en París como en Polonia.

El promotor de la cultura mexicana dijo que quiere realizar la muestra en el Jardín Soriano, por ser “un lugar estupendo con siete hectáreas de una naturaleza maravillosa. La pienso montar en un granero que transformé en galería y donde ya han expuesto Manuel Felguérez, Vicente Rojo y el Dr. Lakra, Jerónimo López Ramírez”.

NO FUE PROFETA

En la recámara de Marek Keller cuelgan las reproducciones de un autorretrato de Juan Soriano, realizado en Roma, y otro cuadro donde pintó a su pareja a los 30 años de edad. Ambas obras lo acompañan en sus sueños, algunos compartidos con MILENIO.

Keller piensa ofrecer una exposición especial por los 100 años del natalicio de Juan Soriano. También planea hacer una muestra con algunas, documentos, reconocimientos, parte de las pinturas que tiene en París y varios tapices.

Entre recuerdos, Keller relata que a los 15 años el joven artista logró exponer su obra en una muestra colectiva en un pequeño espacio del Museo de la Ciudad de Guadalajara. La condición fue que estuvieran ahí los tres expositores jóvenes y se turnaran para cuidar las piezas y hasta barrieran el lugar.

“Un día vio entrar a tres personas que Juan conocía por sus fotos en los periódicos: a la fotógrafa Lola Álvarez Bravo, a la pintora María Izquierdo y al muralista José Chávez Morado. De repente ellos preguntaron que de quién eran esos cuadros, y Juan les respondió que eran de él”.

Viendo sus virtudes y el ambiente de Guadalajara, que le era adverso, le recomendaron que se mudara a Ciudad de México.

¿Lo han invitado a colaborar en alguna exposición para recordar a Juan Soriano en México?

No, por supuesto que me gustaría, pero eso no depende de mí. Yo estoy encantado de colaborar. Como sabemos, todas las instituciones culturales en México cada año tienen menos dinero para sus actividades. Entonces cada vez es más difícil realizar proyectos.

Aunque sé que, por ejemplo, el Museo Nacional de la Estampa hará un homenaje mostrando los grabados de Juan. El Museo Nacional de Arte va a presentar una escultura monumental en el lobby y el Museo Soumaya también prepara algo.

¿Y en el Museo Morelense de Arte Contemporáneo Juan Soriano?

Espero que organicen algo. Como hubo cambio de gobierno, las obras de Juan Soriano pasaron tiempo en la bodega, aunque en el jardín siempre están expuestas sus esculturas monumentales.

Y ADEMÁS

UNA EXPOSICIÓN HECHA DE RECUERDOS

El Museo Amparo le organizó la última exposición en vida a Juan Soriano, quien asistió y posó para una foto extraordinaria, la cual está en el estudio de la casa de Marek Keller. Allí se encuentran, también, los recuerdos fotográficos más preciados, en los que él aparece al lado del artista. La obra del artista, los documentos, archivos, cartas, fotos de diversas épocas de trabajo y su participación en el teatro mexicano todo fue donado al Museo Juan Soriano en Cuernavaca. Ahí se resguarda la totalidad de su obra gráfica y las más de 100 esculturas, 50 cuadros, todos los tapices y la cerámica.

  • Leticia Sánchez Medel
  • letymedel@yahoo.com.mx
  • Reportera cultural, cursó la maestría en Periodismo Político, es autora de tres libros sobre la historia inédita del Cervantino.

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