Cuando la artista Trine Ellitsgaard (Dinamarca, 1954) llegó a Oaxaca y le ofrecieron su primer mezcal, hecho por las manos de los artesanos, Francisco Toledo le dijo: “aquí tomamos esto y comemos chapulines. Lo tradicional en Oaxaca es darle mezcal y chapulines a cualquier turista que viene de lejos”.
Así fue su encuentro con esta bebida, que es parte de la vida y la cultura de Oaxaca, y la cual con el tiempo la sedujo aún más, pues le daría el soporte para poder crear sus obras.
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La viuda de Francisco Toledo cuenta a MILENIO que cada vez que viajaba a Europa se traía los materiales para trabajar sus tapetes en Oaxaca, lo que verdaderamente era una locura. Entonces que empezó a buscar componentes locales y encontró el henequén en Yucatán.
“Durante muchos años realicé tapetes de henequén, una especie de agave. Conocí a un señor que lo hilaba en Campeche, pero cada vez era más complicado encontrarlo. Cuando él era joven todo Campeche estaba cubierto de henequén, pero ahora ya no lo hay. Al caer la industria del henequén en Yucatán también se murieron las plantas, así poco a poco se fue perdiendo la tradición de hilar y ahora existen pocos artesanos que todavía saben hacerlo”, detalla Ellitsgaard.
Después cuando se dio el boom del mezcal en Oaxaca, que se cultiva hasta en la punta de las montañas, empezó la curiosidad de la artista por saber qué hacían con el desperdicio de material. Advirtió que se cortaban muchas hojas del maguey para producir más y más mezcal, pero las tiraban sin que nadie las usara.
“Junto con unos amigos empezamos a hablar de que era una lástima que no se aprovechara para obtener la fibra de la planta. Empezamos a investigar qué hacían en Yucatán con el henequén, y mi amiga, la diseñadora textil Angela Damman, encontró la máquina para extraer la fibra. Compré una máquina y la instalamos en un pueblo llamado Soledad Salinas, porque ahí hay mucha producción de mezcal, para ver las diferentes especies de magueyes y verificar cómo salía la fibra. Fue entonces que trabajamos con los integrantes del proyecto Hermano Maguey, pues eran ellos quienes sacaban la fibra”.
El producto de años de observación, experimentación e innovación, lo comparte ahora en la muestra Colección de Agave, por Trine Ellitsgaard, que se presenta en la galería Proyectosmoclova, en Ciudad de México. La exhibición está conformada por una serie reciente de cinco tapetes de diversos diseños y tamaños.
“Cada tapete necesita muchas manos, primero la gente que obtiene la fibra, hay alguien que traslada todo, luego en Tlacolula la hilan, el proceso de teñido, después hay que tejer. Es un proceso donde participan muchas personas”, explica la artista.
Las fibras en el arte
Trine Ellitsgaard refiere que hay otros creadores “que usan esta fibra en el arte, como Angela Damman, pero es reciente que los artistas empiezan a usarla. Mi interés por usar estos materiales es por la belleza de las fibras”.
Recuerda que en Oaxaca antes los campesinos sacaban la fibra del agave. “El proceso tomaba alrededor de tres días, era muy tardado y realmente la fibra que obtenían era para su uso, para hacer mecates y bolsas donde guardaban sus semillas y las usaban en el campo. En general había gente que sabía hilar este tipo de fibras, pero esta tradición murió cuando llegó el plástico porque era más barato y de alguna manera práctico, pues se puede mojar y no pasa nada”.
Trine Ellitsgaard comparte que, en ese proceso de búsqueda, no fue sencillo encontrar a alguien en Oaxaca que pudiera hilar la fibra. Por su interés en los textiles, empezó a tejer con estas fibras y descubrió que se pueden hacer muchas cosas con dichos materiales.
“Estamos haciendo papel y cajas. De hecho, estuve trabajando un rato con alguien que lo está usando como empaque y, cuando empezamos a tener el hilo, hicimos los tapetes. En Proyectosmonclova estoy mostrando el producto de medio año de trabajo: lo que enseñamos son los prototipos con los que se pueden hacer combinaciones”.
Su exposición de textiles se puede apreciar en Proyectosmonclova, que está ubicado en Lamartine 415, en Polanco en la Ciudad de México, La muestra que es una colaboración con ADN Estudio, finaliza en el mes de febrero de 2021.