La epidemia de 1520 en México-Tenochtitlan llegó de la mano de los seres humanos. Las diferentes plagas que asolaron al territorio durante los siglos XVI y XVII, en gran parte se produjeron por el contacto con animales. Su diseminación en territorios amplios se dio por los viajes y las guerras de conquista.
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Los datos, sin embargo, bien podrían aplicarse a la pandemia por el covid-19, coincidieron los historiadores Federico Navarrete, Sandra Guevara y Rodrigo Martínez Baracs, durante la mesa de reflexión “Las epidemias en 1520 y en 2020, una reflexión histórica comparativa”, como parte del programa de actividades de El Aleph. Festival de Arte y Ciencia organizado por Cultura UNAM.
“La epidemia de 1520 llegó de la mano de los seres humanos: el virus no viaja solo, lo hace en los cuerpos de los humanos y nuestros cuerpos viajan en barcos, a caballo, caminando, y eso determina la velocidad de la transmisión de la epidemia”, explicó Navarrete, mientras en la actualidad los medios de comunicación son vertiginosos.
“Lo que ha permitido que un virus nuevo, que no había infectado a ningún ser humano hasta finales del año pasado, en cinco meses esté presente en todos los países del planeta se debe a que los medios de transporte de hoy permiten un movimiento mucho más rápido de las personas”.
Para Sandra Guevara, doctora en Historia de la Ciencia por la Universidad Autónoma de Barcelona, España, debe quedarnos completamente claro que no todos los microrganismos se expresan y se presentan en las poblaciones humanas nada más “porque dicen yo quiero hacerlo, sino es gracias a nosotros”.
“A donde vamos llevamos todo nuestro aparato cultural y nuestros microrganismos. Entonces sí se puede ver que todo ello se debe a la actividad humana”.
Para Federico Navarrete, investigador titular en el Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, y autor de títulos como ¿Quién conquistó México? o Historias mexicas, el covid es un buen ejemplo de lo que le pasó a los pueblos indígenas de América, porque “la humanidad en su conjunto se enfrenta a un virus contra el que no tenemos defensa, de la misma manera que la población de América, en 1520”.
Y ADEMÁS
UN PROBLEMA SOCIAL
Rodrigo Martínez Baracs, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia, dijo que hay que recordar que antes de la llegada de los españoles las epidemias habían hecho “un daño tremendo. Se dice que éste fue uno de los elementos que ayudaron a la conquista, pero los aliados de Cortés vivieron la epidemia, con la diferencia de que los mexicas estaban rodeados y los que se morían no los podían reponer, en cambio las fuerzas de los españoles y sus aliados fueron creciendo sin parar”.