Artemio presenta 'Sangre' en el Museo Amparo de Puebla

Artemio Narro (Ciudad de México, 1979) comenta a MILENIO que algo pasó en su mente al ver el cuadro Judit decapitando a Holofernes (1621), de la italiana Artemisia Gentileschi, en la Galería Uffizi, de Florencia.

“De pronto solo vi aislada la sangre del cuadro y me quedé pensando que era impresionante su representación, el flujo que tiene, la violencia a la que hace referencia”, recuerda el creador.

Entonces, decidió que trabajaría con la sangre, representada en infinidad de pinturas de todas las épocas de la historia.

“Me propuse hacer una exposición donde únicamente pudiera pintar la sangre. Se parece un poco a una pieza que hice hace muchos años en video que se llama la Hollywoodpedia, una enciclopedia en video en la que tomé extractos de 2 mil 500 películas”.

Es así como en las nuevas obras de Artemio, el rastro de la sangre, el color rojo, es protagonista de la exposición que presentará en el Museo Amparo de Puebla a partir de mañana.

Abstracción total

En Hollywoodpedia, encontró 45 minutos de películas de 1937 a 2005 solo para el tema del amor, detalla Artemio, artista visual autodidacta, cineasta y curador.

“Entonces lo que hice en la exposición en el Museo Amparo es una suerte de Hollywoodpedia, pero es más bien la Sangrepedia, aunque no tan exhaustiva porque mi archivo de imágenes es de 300 piezas, de las cuales seleccioné 47 obras”, explica el ex codirector de La Panadería.

Su idea es recrear una obra nueva desde su pintura abstracta, teniendo como base las huellas de sangre generada por la violencia a partir de la historia, la mitología, la religión o el crimen. Entre las obras que interpretó se encuentra Unos cuantos piquetitos, de Frida Kahlo.

Como en todo su trabajo, Artemio cuestiona la violencia, las estructuras de poder y las relaciones que generan.

Relata que concibió esta exposición porque gran parte de su obra está relacionada con borrar, quitar, copiar, en una suerte de copiado y pegado, pero también de apropiación de cosas con el fin de darles un resignificado.

El artista cuenta que hace unos años platicaba con una amiga, quien le dijo que no le gustaba que sus artistas le llevaran cuadros pintados en verde porque no se vendían.

“A mí me dio risa y se me ocurrió la idea de hacer una exposición que se llamara Invendibles y hacer esa primera muestra con cuadros más cotizados de las últimas subastas, todos pintados en verde, pero había algo que no terminaba de gustarme, entonces reflexioné esa idea y fue así que comencé con cuadros sobre la pintura del Renacimiento hasta el siglo XX”.

Comenta que se dio a la tarea de buscar obras con ciertos criterios, momentos en que la sangre estuviera representada y que tuvieran que ver con un acto violento o con el ejercicio de poder, aunque no hace alusión a la situación de la violencia que se vive en nuestros días en México y explica la razón:

“Yo respeto a moneros y cronistas, creo que todos son necesarios para hablar si el presidente en turno es incompetente o no. Lo que a mí me importa es analizar el ejercicio del poder y en todo caso la violencia. A mí no me sirve hablar del Culiacanazo en una obra de arte. Mi labor como artista es hablar sobre el poder, hablar de la sangre, y de la sangre no en un modo natural ni de una manera relacionada con la vida, más bien relacionada con la muerte y la destrucción”.

Desde su visión, el ser humano es salvaje y destructivo: “Dicen que la diferencia entre nosotros y los animales es el uso de la inteligencia, esa es una idea del siglo XIX. Más bien creo que la diferencia es nuestra búsqueda del poder y nuestra capacidad destructiva entre nosotros mismos”.

La nueva exposición de Artemio se inaugurará mañana en el Museo Amparo, en la ciudad de Puebla.

hc