Por su enorme talento, capacidad de jugar con las superficies, invitar a la reflexión, crear verdaderamente una profundidad y hacernos reflexionar sobre la pintura, Francisco Castro Leñero fue un artista que trascendió y logró éxito comercial.
Con esas palabras describió la curadora Sylvia Navarrete al artista, cuya obra se podrá ver en la exposición Francisco Castro Leñero. Una lógica de la belleza, a partir de este jueves 14 de septiembre en el Museo del Palacio de Bellas Artes.
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Considerado como uno de los principales representantes del arte abstracto y del minimalismo conceptual, a Castro Leñero (México, 1954-2022) se le recuerda a uno año de su fallecimiento a través de sus pinturas, acrílicos, dibujos, gráfica, escultura y objetos tridimensionales.
“Francisco Castro Leñero era un maestro porque era capaz de darnos una emoción de profundidad, en una superficie plana, y eso era posible por su gran amor a la pintura y a la enseñanza porque fue docente de la Escuela Nacional de Artes Plásticas, de la UNAM”.
La experta sostuvo que Castro Leñero fue un artista excepcional, un interlocutor para sus alumnos, entre ellos Gabriel Orozco. “Una especie de teórico que siempre le entraba al debate relacionado con la pertinencia de la pintura en el arte contemporáneo”.
Recorrido por su obra
Mientras la especialista daba el recorrido por las salas y evocaba al maestro, al dibujante, al pintor, al acuarelista y al gran grabador, algunos trabajadores del INBAL la acompañaban en silencio con pequeñas pancartas con el mensaje “¡Trabajadores del INBAL en defensa de nuestras prestaciones!”
Sin ser interrumpida, la también crítica de arte y ex directora del Museo de Arte Moderno detalló que la exposición sintetiza cinco décadas de trabajo de Castro Leñero en cuatro núcleos temáticos “Resumen de una trayectoria”, “Materia, madera y damas: 1980-2000”, época en la que, por cierto, el artista transformó su lenguaje para conceptualizarlo en segmentos geométricos cuadriculados.
El tercer núcleo, “Desfases, vibraciones y curvas: 2000-2021”, refiere la consolidación de su lenguaje, en el que jugó un papel importante la poética, la luz y los ritmos musicales, ejemplo de ello es la obra en la que visualizó un canto tribal del pueblo pigmeo, que se volvió popular al ser masterizado por el grupo de world music Deep Forest con sonidos electrónicos de los años 90.
En el cuarto y último núcleo, “Los papeles del maestro”, Navarrete, frente a un par de dibujos y libretas, dijo que se encontró con unos 200 dibujos que nunca habían sacado de sus gavetas, por lo que de las 60 obras que se reúnen, casi la mitad son piezas que se exhiben por primera vez.
La obra, describió la curadora, “conjunta una técnica clásica e impecable en la que como una melodía van entonando voces una tras otra, es un poquito lo que se verifica en la pintura de Francisco, esa idea de la repetición”.
La muestra termina con el montaje de una obra de gran formato desmontable, un mural realizado como parte del proyecto AKASO, en alusión a los murales elaborados para la exposición Universal de Osaka en 1970.
Castro Leñero fue un artista con fortuna desde la crítica y con bonanza comercial, pues su obra traspasó fronteras, se vendía en Nueva York y en Canadá.
La exposición Francisco Castro Leñero. Una lógica de la belleza, estará abierta hasta diciembre.
Los motivos de la protesta
Al final del recorrido, la directora del Museo del Palacio de Bellas Artes, Alejandra de la Paz, presentó a Darío Montiel, director de asuntos laborales, para explicar que la protesta de los trabajadores no tenía que ver con el recinto.
El funcionario dijo que los trabajadores del Sindicato Nacional Trabajadores de Cultura del INBAL ATM, solicitaban tres cosas: “En primer lugar, exigen ropa de trabajo, que no les ha sido entregada; en segundo lugar que no se vulneren sus derechos escalafonarios debido a que en cumplimiento de un laudo de febrero de 2019, ordenado por el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, la coordinación de Artes Visuales tuvo que reinstalar a un trabajador, en calidad de base”.
La tercera demanda tenía que ver con incremento salarial el cual, según Montiel, “de acuerdo con la política salarial dado por parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, se acordó que se pagaría, el aumento y el retroactivo desde febrero, en la segunda quincena de septiembre y ellos lo esperaban en esta semana porque así se los habían informado de manera institucional”.