La cruz que remite a un pasaje histórico de la religión será reproducida por el artista Bosco Sodi (México, 1970); es una reminiscencia de la educación que recibió cuando era niño y acudía en ocasiones a la iglesia de San Jerónimo los domingos, guiado por el cariño y el “soborno” de sus abuelos, pues al salir de misa, le compraban elotes o esquites.
A la altura de su muñeca derecha lleva un pequeño tatuaje parecido a una cruz, aunque responde a MILENIO que no es religioso. Cree en “la esencia de las cosas, en la esencia de la vida. Hay una fuerza exterior más allá que nosotros, de eso estoy seguro. No sé si podamos llamarle Buda, Cristo o lo que sea, no sé si es un ente, pero sí creo que hay una fuerza y existe una energía esencial cien por ciento”.
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En un afán de trascender las barreras conceptuales, el artista reproducirá ese símbolo 12 veces en alusión a los 12 apóstoles protagonistas de La última cena, el pasaje bíblico referente al momento en que Jesús celebra la Pascua judía al lado de sus discípulos.
—¿Tus proyectos futuros en el extranjero llevarán algo de tu estudio en Ciudad de México?
No, de aquí nada. Hay mucha obra que estaré llevando de colecciones de Europa, porque había que mantener ciertos costos. Para la exposición que llevaré a China en noviembre, He Art Museum, serán colecciones de Nueva York, colecciones de Europa, de Japón y Hong Kong.
Algunas obras las tengo en mi estudio en Nueva York, pero todo saldrá de Nueva York y de Bélgica, que es en donde estamos juntando todas las piezas.
Para la exhibición de octubre en Japón, en Ryosoku-in, reuniré obras que he realizado allá. Para el templo hice dos piezas inspiradas en los pendones, que son las típicas pinturas japonesas que venden en los templos, y realmente fue una experiencia muy interesante.
—¿Qué implicó hacer este obra retomando la técnica ancestral japonesa?
Es toda una tradición, entonces debes decidir qué tipo de tela usar o qué tipo de papel y tamaño, jugar mucho con las geometrías. Yo retomé todo eso y luego, en un acto casual que tiene que ver mucho con mi obra, las puse en el suelo y aventé la materia, sólo hice dos o tres gestos y quedaron muy interesantes. La verdad es que me gustaría eventualmente trabajar una serie en Japón, porque allá nada más hice cuatro piezas; me gustaría hacer una tela porque puedes jugar con los colores de la tela, con el tamaño y pueden resultar obras verticales, horizontales, chiquitas o grandes con un gran papel. El proceso es muy interesante.
—¿La primera exposición en China pretende ser retrospectiva?
Para la exposición de China el curador del museo escogió la obra, pero aclaro que la muestra no es una retrospectiva, porque únicamente abarca 15 años en promedio.
Están contempladas las últimas pinturas que hice en Barcelona, con dos que tengo en Nueva York y el resto va desde piedras, ladrillos y arcillas.
Haré unos cubos como el gran cubo que está aquí en este recinto, sólo que los realizaré con artesanos chinos, pues es una arcilla totalmente diferente con un color muy bonito y muy interesante. También voy a poner cuatro cubos en la parte central del Museo de Ando, es un gran círculo y vamos a colocar cuatro cubos nada más.
—En esta revisión de 15 años, ¿cómo ha cambiado Bosco Sodi? ¿Cuáles han sido tus intereses?
Creo que la obra ha evolucionado muy orgánica, en ciertos puntos se tiene que ver la obra para darse cuenta del cambio. Para mí es como verse en un espejo cuando uno lo hace, uno se cree que está igualito, pero hemos evolucionado en el uso de los materiales, como las piedras, el bronce y hasta el mármol, aunque con este material nunca había trabajado, pero lo haré de forma orgánica y sin forzar nada. Porque algo que les digo a mis galerías es: 'no soy diseñador de moda, no tengo que sacar una colección cada temporada'.
—¿Cuántas obras estarán en China?
Se presentarán más de 150 obras en la exposición. Particularmente estoy realizando unos cubos con los artesanos chinos; hace un año les enseñé las características y cómo quería las piezas. Lo demás todo viene de los estudios.
—¿Tenemos similitud con china respecto a la arcilla?
Sí, en el libro Confieso que he vivido, de Pablo Neruda, hay un apartado muy bonito que habla de la artesanía mexicana y la china, diciendo que nada más ha visto dos países tan fructíferos en la artesanía, esos son: China y México.
PCL