Mientras la ley no se aplique y sancione a quienes vandalizan los momentos, el patrimonio continuará siendo agredido, sin que haya ninguna consecuencia, cuestionó el escritor e historiador Carlos Martínez Asad, sobre las pintas que plasmaron los manifestantes este 26 de septiembre en el Ángel de la Independencia, a ocho años de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
En entrevista con MILENIO, Martínez Asad, quien ha hecho investigación sobre las representaciones culturales de la Ciudad de México en sus monumentos y edificios, cuestionó que exista “un descontrol sobre la protección del patrimonio histórico en la Ciudad de México y en el país”.
- Te recomendamos Monumentos y edificios en CdMx resultaron dañados tras marcha por los 43 Comunidad
Revisará INBAL los daños a la Columna de la Independencia
Será hasta este martes 27 de septiembre que el personal especializado de restauradores del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (CENCROPAM), del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), elabore un dictamen técnico acerca de las pintas que realizó un grupo de encapuchados sobre el basamento de la Columna de la Independencia.
La institución indicó a MILENIO, a través de una tarjeta informativa a que “Es importante analizar el tipo de aerosol utilizado en las distintas piezas de cantera, granito y mármol del monumento artístico, ya que de este análisis dependen los materiales y procedimientos técnicos de limpieza que deben utilizarse”.
Hay disociación entre los objetivos de su lucha
El Premio Nacional de Ciencias y Artes en el campo de la Historia, Filosofía y Ciencias Sociales, 2013, dijo que “es sorprendente que no se haga nada por proteger lo que son esos bienes, a través de algunas medidas más claras y más consistentes para evitar todo esto. Lo que se ve es que los objetivos de los movimientos sociales han perdido la claridad sobre lo que buscan y los medios para obtener sus propósitos”.
El autor del libro La Patria en el Paseo de la Reforma, consideró que hay una disociación y un distanciamiento entre la lucha y la forma de conseguirla.
“La verdad es que la destrucción del patrimonio, a través de hechos como estos, no vas a resolver por lo que se están luchando. Lo hacen porque lamentablemente saben que si comenten estos actos, no hay sanciones. Sería ya el momento de establecer más claramente qué es lo que corresponde a los daños realizados”.
El Investigador Emérito de la Universidad Nacional Autónoma y del Sistema Nacional de Investigadores, se preguntó: “¿Por qué han dejado de valorar ese patrimonio? Porque en todas nuestras historia ha habido manifestaciones y difícilmente se pensaba que pintar esos monumentos se acercaba a la resolución por lo que se estaba luchando”.
PJG