Tampico ha sido comparado con Nuevo Orleans por el diseño arquitectónico de algunos edificios del Centro Histórico que atraen la mirada de propios y extraños. Su belleza sin igual cautiva a medida que se recorre el corazón del puerto.
Historiadores y especialistas difieren en esta comparación, pues mientras los primeros afirman que su imagen es muy similar a la arquitectura de aquella ciudad norteamericana, los técnicos la describen más bien como una mezcla de matices modernos, Art déco y neoclásica francesa.
Uno de los edificios que retrataban más fielmente ese parecido, es el de la ferretería La Fama, ubicado en el extremo sur derecho del Centro Histórico y que fue derribado de manera misteriosa, relata el historiador Francisco Ramos Alcocer.
“Al derrumbarse sin misericordia alguna, se rompe la vista de esos portales y terminan desfigurando el paisaje urbano”, menciona el documentalista y recuerda que al paso de los años los inmuebles se empezaron a deteriorar debido a que gran parte de los propietarios empezaron a emigrar.
Lo anterior generó que otros grupos empezaran a hacer uso de esos inmuebles sin darle mantenimiento, a la vez que alteraron sus fachadas originales, por lo que las autoridades se vieron obligadas a implementar acciones de rescate para poder darle nueva vida a ese Centro Histórico que era la imagen del puerto.
Fue entonces cuando surge un organismo que buscaba conservar el patrimonio histórico edificado que permitiera además atraer al turismo y estimular inversiones que trajeran un mayor desarrollo a la zona.
La historia
En el año 1850 comenzaron en Tampico los cambios en su desarrollo, ya que arribaron las primeras vías del Ferrocarril Central Mexicano que venía desde San Luis Potosí, así como el del Golfo, de Monterrey.
La nueva dinámica que produjo este nuevo sistema de transporte, generó progreso durante el régimen del general Porfirio Díaz. Al crecer la población y fluir la riqueza se transformó radicalmente la fisonomía arquitectónica de la ciudad, al tiempo que su mancha urbana finalmente pudo rebasar los límites que mantuvo a lo largo de casi un siglo.
Historiadores coinciden en que casi se reemplazaron por completo las antiguas edificaciones porteñas de teja por inmuebles a base de materiales industriales como el hormigón y las vigas de acero, conforme a las pautas arquitectónicas en boga, basados en el estilo modernista Art déco.
Los ejemplos más comunes son los edificios de la compañía El Águila, la sede del Gremio Unido de Alijadores así como la casa Minicha. El Registro Estatal de Monumentos indica que la mayoría de inmuebles del Centro Histórico de Tampico datan de 1920.
Investigadores afirman que al terminar el auge petrolero también concluyó la fiebre constructiva que marcó sin duda toda una época. A partir de entonces y a lo largo del siglo XX, el Centro Histórico de Tampico sufrió un constante deterioro, siendo derribados numerosos edificios y en su lugar se levantaron inmuebles sin mayor categoría arquitectónica pero sí comercial.
Antes de concluir la centuria, localmente se generó una tendencia para lograr la preservación del patrimonio histórico de la ciudad, un esfuerzo que ha dado frutos y ha contribuido en fortalecer la identidad cultural del llamado Nuevo Orleans mexicano
Empiezan a catalogar
En 1941 convocan al concurso denominado “Planificación del Puerto de Tampico”, patrocinado por la Sociedad de Arquitectos Mexicanos y el Instituto Americano de Arquitectos, siendo otorgado a Carlos Lazo, el proyecto para sacar las líneas ferroviarias de la zona urbana.
En 1974 se realiza el primer Plan de Desarrollo Metropolitano y se catalogan los primeros edificios de la zona centro que deben conservarse o remodelarse, resultando una lista de 70, entre los cuales se hallaban inmuebles religiosos, públicos y privados, narra el cronista municipal.
Ya para 1980, en la administración del alcalde Gerardo Gómez Castillo, el departamento de Obras Públicas aumenta el catálogo a 200 edificios, formándose el primer plan para reestructurar el Centro Histórico.
Debido a la preocupación de algunas personas por la pérdida del patrimonio arquitectónico de la ciudad, en 1982 se consiguió por parte del ayuntamiento que el Instituto de Antropología e Historia (INAH) enviara un equipo técnico para valorar y elaborar un catálogo de edificios artísticos e históricos.
Para 1986, se realiza un levantamiento catastral de los monumentos históricos del centro de Tampico, en el cual se ubican los edificios con valor patrimonial, fue ahí donde se tuvo un mayor número de inmuebles relevantes y se delimita la zona, que abarca 66 manzanas, incluyendo aproximadamente 200 construcciones, de los cuales 190 están dentro y el resto fuera.
Plaza de la libertad
El Centro Histórico se encuentra en la parte sur de la ciudad casi colindando con el río Pánuco, con una extensión de 60 manzanas.
El valor histórico de esta zona procede del año 1829 cuando la corona española intentó reconquistar México entrando por Cabo Rojo para proseguir rumbo a este puerto con la expedición del Brigadier Isidro Barradas, teniendo lugar cinco batallas, librándose una de ellas en la Plaza de la Libertad y ratificándose frente a ella el acta de rendición de los españoles, donde se consuma finalmente la Independencia de México.
Columna al cementerio
Enfrente de esta Plaza, sobre la calle Héroes del Cañonero, se observa una columna estilo toscana con un águila republicana, se trata del Monumento al Centenario de la Fundación de Tampico que data de 1923.
El edificio la luz
La construcción semi redonda de estilo neoclásico es el edificio de La Luz, creado por la compañía inglesa dedicada a los tranvías eléctricos y a la generación de energía eléctrica “Pierce Oil Company”, en 1921. Se construyó sobre el relleno de los brazos del río Tamesí. El inmueble cuenta con materiales importados de Europa. entre los que está el hormigón de la India.
Actualmente alberga las Oficinas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Edificio de correos
El edificio de Correos es una construcción porfiriana de estilo neoclásico que data del año 1907. El 12 de julio de 1828 en esta oficina se recibió el primer saco con la remesa de correo aéreo procedente de la ciudad de México y ahí se canceló el primer timbre postal del país.
Casa castilla
Su papel fue muy relevante durante los años posteriores a la fundación de la ciudad, pues sirvió como residencia, comercio, cuartel y consulado, entre otras funciones. Fue el recinto donde se llevó a cabo la ratificación de la capitulación de las tropas españolas que pretendían reconquistar México en 1829.