Las noches de octubre en Guanajuato, dejaron de estar cubiertas de júbilo desbordado durante la edición virtual del 48 del Festival Internacional Cervantino (FIC). Por sus calles camina poca gente con las medidas sanitarias para no ser parte de la cifras de la pandemia, que ya suma más de 85 mil muertos en México.
Sobre la calle Sopena, que es de las más concurridas, transita Erick, quien ha llegado a la ciudad minera para disfrutar de las pocas actividades presenciales organizadas alrededor del Cervantino.
“Ahorita con la nueva modalidad, el FIC es algo que tenemos para nosotros, es una oferta a la que se ha tenido que adaptar el festival, por las condiciones de la pandemia por coronavirus. Creo que la cuestión virtual es una muy buena oferta, hay que explotarla de tal modo que satisfaga las necesidades culturales y visuales del espectador”, señaló.
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Ricardo, como habitante de este mágico lugar, es realista y opina que este año se veía complicada la realización presencial de la llamada Fiesta del Espíritu.
"Considero que se está haciendo lo que se puede, también es entendible porque hay negocios que tienen que mover la economía en algún sentido, pero sí se está jugando mucho por el riesgo de contagio que implica esta enfermedad”, declaró Ricardo.
Por su parte, Ana y Luis viajaron desde a Chihuahua, dispuestos a explorar cada rincón de la ciudad, considerada Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Ana, a unos pasos de la escultura de la Giganta, maravillada por lo que ha visto, afirmó que Guanajuato “es una ciudad muy bonita, muy limpia, más de lo que me esperaba. Me ha sorprendido que en todos los lugares, restaurantes, cafeterías y hoteles, se siguen estrictas medidas para evitar el contagio de covid-19: te toman la temperatura, te dan gel antibacterial y usan desinfectante de superficies”.
Luis señaló que es la primera vez que visitan este lugar y considera que es un lugar muy hermoso. Lamentó conocerlo en estas condiciones, por lo que consideró importante seguir las medidas necesarias para evitar que la pandemia se propague.
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Alejandro Navarro, alcalde de Guanajuato, explicó a MILENIO que hay 325 espacios abiertos para la atención turística, entres hoteles, restaurantes y bares, a un 30 por ciento de su capacidad, y que también fueron dispuestos tanques de agua con lavamanos para las personas que transiten por la ciudad.
El señor Bonifacio García, quien visita la ciudad con su familia, comentó que dichas medidas le han dado más confianza de asistir al festival, pues “realmente necesitábamos un rato de esparcimiento, necesitábamos disfrutar con la familia y amigos”.
Las callejoneadas entran al quite
Los turistas que pasan por el Teatro Centenario, a punto de cumplir 117 años de existencia, se toman fotos en el escenario por donde han pasado personalidades como: el bailarín Rudolf Nureyev, el flautista Jean-Pierre Rampal, o el director de Tadeo Tageusz Kantor.
Quienes acudieron al Cervantino, y esperaban disfrutar alguna actividad, confirmaron que el FIC cambió totalmente a un formato virtual. Hasta el majestuoso Teatro Juárez, luce triste. Ni el Quijote, el caballero de la triste figura, de Miguel de Cervantes Saavedra se animó a salir de casa.
Los visitantes son convocados a la diversión que ofrecen las estudiantinas, como la Tuna San Diego Alcántara, cuyos animadores hacen extensiva la invitación para que todos participen de las callejoneadas, la actividad tiene un precio de 120 pesos.
Alberto Rafael, integrante de una de las 20 estudiantinas presentes en los callejones empinados de Guanajuato, comentó que llevan meses sin trabajo.
“Estamos en semáforo amarillo gracias a la conciencia de la gente. Las autoridades nos dieron chance de salir a trabajar, aunque ahorita solo estamos cuatro agrupaciones ofreciendo dos funciones diarias”, comentó Alberto.
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La callejoneada arranca desde el Teatro Juárez, pasan por el Jardín Unión y, antes de ingresar por los estrechos callejones con casas coloniales, pasan por el Teatro Principal, donde las artes escénicas tienen cada año su espacio por excelencia.
En el recorrido ríen, cantan y rinden homenaje al compositor guanajuatense José Alfredo Jiménez, mientras pasan por la Plaza del Baratillo. El ánimo se esparce entre quienes los ven pasar y se animan a entonar al unísono la canción "Caminos de Guanajuato".
Decididos a seguir la fiesta, algunos continúan su rumbo hacia la Alhóndiga de Granaditas, espacio se ha "incendiado” con grandes espectáculos como los del tenor mexicano Javier Camarena o el cantante y compositor pañameño Rubén Blades. Sin embargo, este año el recinto permanece en silencio.
Al llegar a la Alhóndiga, los turistas se encontraron con un letrero lumínico a lo ancho de la explanada. Los técnicos que lo operan, explican que, al no haber ningún espectáculo, dicha proyección representa el espíritu del festival, el cual se ha tratado de mantener en las plataformas digitales.
Tristes y con la decepción a cuestas, los visitantes solo esperan las condiciones sanitarias y el panorama del Cervantino pueda ser distinto para el próximo año, pues por ahora, el evento se ha trasladado a un espacio virtual.
ROA