Pide un momento antes de hablar para fumar un cigarrillo y bajar la energía. Han sido cuatro días de sesiones de ocho horas con una diversidad de profesionistas del arte escénico, de diversas partes del país, incluso una mujer que asistió al taller desde Connecticut.
Jef Johnson camina unos pasos por los pasillos del Instituto Regional de Bellas Artes y prende su cigarro mientras comienza a explicar su tesina para encajar con tantas mentes arraigadas y estancadas en procesos de aprendizaje.
"Yo no enseño formulas, ese no es mi trabajo, yo soy más bien un guía, tengo el talento para leer a la gente muy rápido".
En su definición de trabajo encuentra un sentimiento, una energía natural en cada individuo que se ve coartada por los estigmas sociales, por las tradiciones, las normas de conducta, que limitan la "estupidez" o la "tontería" del estado libre de conciencia.
"Eso es lo que busco, sacar esa energía personal que están escondiendo o que están sintiendo, y que no saben cómo transmitirla... siempre ha sido interesante y curioso los problemas que genera que batallemos para encontrarnos en el escenario" Un error en quienes instruyen la caracterización, señala, es cuando el director solo dice 'no actúes, sé tú' y acota Jef, "¡y no es fácil decir quién soy yo!".
El proceso de actor, deportista, filósofo e instructor que ha cimentado la carrera de Johnson alrededor del mundo, inició como una búsqueda personal para ser, como actor, "más honesto y sincero, y luego comencé a compartir eso, probar en otros este sentimiento y sensación".
"La pregunta más fundamental es ¿dónde estoy?, a través de mis sentidos tengo relación con el mundo, el mundo por su movimiento me inspira a moverme y eso transformación es mi identidad".
Teoría del Clown
Dentro de su trayectoria como 'clown' del que evita tajantemente la traducción del término a 'payaso', señala que es un estado humano, no solo una caracterización, una forma de vida presocial y extrasocial, fuera de la estructura de la sociedad, y como una libertad inocente.
Explica "es usar el nombre de manera más limpia, no es payaso que tiene la historia, sino que tiene su origen diferente, describe no solo un actor que hace cosas tradicionales, sino un estado de 'clown', estado de tonto, pero de tonto sagrado, tonto antiguo, no tiene nombre de verdad, es un espacio universal que cada ser humano entiende bien, está en mi conciencia, en el estado de soñar, de despertar, es realidad, de cierta parte el cerebro está dormido mientras el cuerpo está vivo".
Añade "estar despierto me permite ir al trabajo, me alimenta, me hace buscar dinero, estar al pendiente, cuidarme, la realidad de portarse bien, y eso es conflicto, duda, problemas, problemas y problemas, pero cuando descanso, mi cuerpo duerme y mi mente abre, entonces hablamos de los sueños, de sentirse libre, al final es interesante que en un punto ambas se juntan y podamos abrir la conciencia... lo más cercanos es cuando jugamos, cuando hacemos el amor, cuando estamos llenos de alegría, es como una droga y el cerebro esta mas despierto, está más conectado con la emoción".
Jef hace unas horas terminó horas y horas de taller y pese al cansancio físico se percibe la energía de transmitir esa sensación, que quizá le pida otro cigarro al final de la charla.
"Todo esto me anima, cuando descubrí eso para mí encontré algo más allá que memorizar líneas de guión (pone pose shakespeareana y ríe) son más que mamadas (bromea); tengo una buena habilidad de unir a la gente muy rápido, empatizar, sabes que te veo y lo que digo se trata de ti, y esto crea una verdadera confianza, y la gente va sabiendo, yo reconozco algo en los demás, pongo la luz y razonamos juntos".
ELGH