Carla Hernández se levantó muy temprano este viernes para que su mamá le hiciera trenzas y le pusiera su vestido bordado con flores rojas que combinan con sus collares de colores; envolvió los tamales que cocinó con su mamá para su abuelo David.
En el centro municipal de San Felipe Orizatlán ha ayudado a colocar la ofrenda que entrará en concurso como parte de las actividades que se realizan en estas fechas, en Xantolo, la fiesta para recibir a Todos Santos.
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"Me gusta participar en el Xantolo, mis papás dicen que es mágico, yo lo creo (…) soy buena para hacer el arco de la ofrenda, me queda bien y sobre todo las flores de cempasúchil quedan muy bien", asegura Ana Martínez, quien proviene de la comunidad de Aguatitla, "ni tan cerca ni tan lejos de Orizatlán", dice, mientras observa a su amiga, que continúa esperando a que pasen a calificar su ofrenda.
Ambas niñas son parte del centenar de habitantes del municipio que se dieron cita en la explanada municipal, donde se montó un altar gigante, en el que predominó las flores de cempasúchil, las figuras representativas de esta celebración, llamados coles en la región, que hacen presencia para hacer un baile regional en el que se le da la bienvenida a todos Santos en Xantolo, tradición en la huasteca hidalguense.
"Me emociono mucho cuando hablo del Xantolo y me desespera luego que no entiendan, porque hablo más el náhuatl que el castellano, pero siempre trato de dar este mensaje de paz, de que cada niño que nazca siga este mensaje", expresa Florencio Hernández Dolores, secretario de planeación y de asuntos indígenas en el municipio, mientras en náhuatl recita el mensaje que ha pasado de generación en generación en su familia, desde el momento que hay un nacimiento en su comunidad.
"Bebé, ya has llegado a un lugar donde se sufre, donde hace frío, donde hay enfermedades, donde hay guerras, pero si tú tienes suerte, Dios te va a llamar luego y te llevará a su reino, que es el cielo", recita Hernández Dolores.
"Tenemos la convicción de que a 500 años de la conquista que se hizo con armas y nosotros con amor que tenemos por naturaleza, y en este sincretismo, nos fuimos combinando hasta que se formó el Xantolo, una hermosa tradición que debemos de fomentar, porque es la unión y tenemos que fomentar el mensaje.
La fiesta continuó en el centro de Orizatlán. Mientras acontecía este movimiento, Carla solo espera que llegue el 2 de noviembre "porque quiero recibir a mi abuelo David, quien me consentía mucho, porque sé que vendrá a darme una caricia más y yo le regalaré sus tamales, que espero le gusten".