Pocos saben lo que realmente pasó entre el dramaturgo Sergio Magaña, el autor del musical Rentas congeladas, y el compositor de la música, Francisco Gabilondo Soler, conocido sobre todo por su música infantil y uno de sus personajes más entrañables: Cri Cri.
El hecho es que el estreno de la comedia musical en el Teatro Esperanza Iris, en la década de los 60 del siglo pasado, se llevó a cabo sin la música.
Hace 20 años el productor Julián Robles, quien trabaja en el rescate de las obras completas de Magaña, se encontró el libreto incompleto de la comedia musical en la Sociedad General de Escritores de México. Después se dio a la tarea de buscarlo entre los actores y entre todos aquellos que tuvieron algo que ver en el montaje de esta puesta en escena.
“Nadie tenía copia de este documento y durante años estuvimos buscándolo. Finalmente apareció donde menos lo hubiéramos esperado”, comenta el productor en entrevista para M2.
Tras recurrir a las redes sociales en esta búsqueda, para su sorpresa tuvo respuesta de Óscar Gabilondo, nieto de Francisco Gabilondo Soler. Acudió a la Fundación Francisco Gabilondo Soler, donde se preserva el libreto y, para su asombro, también la partitura original del creador de Cri Cri, aquella que fue ignorada para el estreno del musical.
Óscar Gabilondo, relata que su abuela, la productora de teatro Rosario Patiño, conservó ese guión: “Un día en la red se hizo público que andaban buscando más elementos para integrar a este proyecto de Rentas congeladas y yo les escribí diciéndoles que tenía una copia del libreto original, así como la partitura. Eso fue hace un año”.
Ante este hallazgo, Robles se propuso llevar a escena Rentas congeladas con la música de Gabilondo Soler. La obra se reestrena hoy en el Teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque con la dramaturgia de Luis Mario Moncada y la dirección de Mario Espinosa.
“Por primera vez la gente que no tiene muchos recursos económicos podrá acceder a un musical, con una gran producción, dentro de un teatro institucional, gracias a los múltiples descuentos que se ofrecen”, asegura Robles.
El montaje contará con los arreglos musicales del guitarrista Eduardo Piastro, jazzista que dice que para él es un honor que se le haya invitado “a realizar este trabajo. Compuse parte de la música porque no existe, ya que al revisar la partitura de Gabilondo Soler llegué a una parte donde él escribió: ‘etcétera’. A partir de eso realicé una intervención, trayendo la música a esta época. La idea va más allá del arreglo y de la orquestación”.
UNA OBRA ACTUAL
Luis Mario Moncada afirma que Sergio Magaña es un autor fundamental en la conformación del teatro del siglo XX, pues considera que fue punta de lanza de un movimiento que se decantó entre directores y dramaturgos.
“Él no permitía que le cambiaran ni una coma a sus textos. Entonces, ya de entrada, siento que me iré al purgatorio directo al hacer la adaptación de Rentas congeladas”, dice con sarcasmo.
La obra, que tiene una estructura muy sólida y una agudeza en los personajes muy interesante, adquiere una actualidad insospechada, refiere Moncada.
“Resulta que hay dos clases sociales que se están disputando aquí y en medio un gobierno que acaba de ser electo: es el nuevo Regente de la ciudad, al que unos le hablan al oído y otros le exigen y le dicen que le van a movilizar la ciudad, si no se inclina a favor de sus demandas. El dilema del gobernante es saber qué debe hacer, si derogar o mantener ese decreto de los años 40, para manejar los hilos y seguir gobernando”, comenta el dramaturgo.
El autor de más de 30 obras de teatro agrega que esta situación “genera debates entre las clases sociales, con lo que en Rentas congeladas parece que estamos viendo a chairos y fifís. Me parece que eso le da un nuevo aire a la obra que no se hubiera sentido hace un par de años, para mí ese es el reto”.
La obra se presentará hasta el 9 de junio, con funciones jueves y viernes a las 20 horas; sábados a las 19 y domingos a las 18.
Y ADEMÁS
MEDIDA CONTRA LA CRISIS DE POSGUERRA
Las “rentas congeladas” que da el título a la obra fueron resultado de un decreto de los años 40. Se emitió con la finalidad de que la gente pagara la misma renta año tras año, sin que se pudiera subir el monto. Esto era para impedir que con la posguerra las clases media y baja entraran en crisis, pero el mandato se prolongó durante 50 años. La obra se escribió en los 60, cuando la medida ya generaba serias disputas y, aún así, el decreto se mantuvo 30 años más.