Gustavo Artigas, artista visual cuya sólida trayectoria le permite contar con dos estudios, uno en Canadá y otro en México, lamenta que los funcionarios de la 4T se refieran con desdén hacia la cultura, mientras que en países como Alemania la incluyen entre los bienes de primera necesidad.
Artigas refiere que allá recientemente han destinado 120 mil millones de euros para el empleo y una línea de liquidez, tanto para los grandes teatros como para la comunidad cultural afectada por la cuarentena ocasionada por la pandemia del covid-19.
Desde su estudio en Toronto, el artista, que también ha realizado escenografía, musicalización e incluso tocó en un grupo de rock, cuestiona los comentarios poco afortunados de Irma Eréndira Sandoval. En su cuenta de Twitter, la secretaria de la Función Pública escribió: “Se acabó el Fonca salinista, nacido para controlar a los rebeldes y premiar a los compadres. Nace un nuevo sistema de apoyo transparente a todos los creadores del país...”
Con 26 años de trabajo y disciplina en los que ha consolidado su propio lenguaje, Artigas actualmente es becario del Fonca. Con la experiencia que le ha dado exponer en espacios como la Academia de las Artes en Berlín, Alemania, donde su trabajo se mostró en la exhibición La revisión de la historia del juego, al lado de la obra de Marcel Duchamp o Joseph Beuys, considera que ver al Fonca como un acto político, es no entender su significado.
“Tiene que ver con un proyecto cultural que no es de un presidente, que viene de un tiempo anterior, de la mente de otras personas. Es muy triste verlo así, es como no recordar que Antonio López de Santa Anna, entre otras cosas, reactivó la Academia de San Carlos, donde yo tuve la oportunidad de estudiar, aunque mucha gente lo recuerda por sus errores políticos. Gracias a que supo escuchar a algunos otros, todavía existe esa institución, ahora como Facultad de Artes y Diseño, de donde han egresado muchos artistas reconocidos”.
¿Qué opinas de este tipo de declaraciones?
Lo que no se entiende son las agresiones, esa es la parte que no es correcta, porque si hay algo en la comunidad artística es su solidaridad para las causas nobles. Tenemos al desaparecido maestro Francisco Toledo, tal vez el mejor ejemplo de altruismo, activismo y trabajo artístico.
“A pesar de todo, los artistas seguiremos trabajando y donando obra. Creo firmemente que el arte emana de una situación de carencia, tiene que ver con una posibilidad de hacer algo que falta. Durante el confinamiento por el covid-19 podemos ver películas, leer novelas, disfrutar de un paseo virtual para conocer obra de arte. Entonces la gente se da cuenta de que todas esas expresiones artísticas son necesarias. Ciertos problemas requieren de soluciones creativas como las que ofrece el arte”.
¿En qué trabajas actualmente?
Sigo con un proyecto apoyado por el Fonca, que se trata de una revisión sobre las bases de la visión, pero abordadas desde el fenómeno de la luz, lo cual permite que el ojo pueda ver. Estoy trabajando sobre todo en esos encuentros con el material que podemos pintar a mano, con el azul, el verde y el rojo, que son los principios de la construcción del color a través de la luz.
“Por el momento participaré en la subasta virtual de Morton con Malos pasos, un tríptico de fotografía y lámpara de luz Rgb. Esta obra es resultado de una investigación sobre la luz como elemento fundamental del trabajo, basada en estudios de los principios de la televisión a color, de Guillermo González Camarena”.
Color volátil, juego con los sentidos
En el catálogo de la exposición Color volátil, presentada en la Sur Gallery de Toronto, Canadá, en 2019, Tamara Toledo, curadora y directora de este centro cultural, afirma que el artista “explora el color como un medio de juego con nuestros sentidos al cambiar la percepción de nuestras realidades en momentos históricos de oscuridad, brindándonos estados conscientes de nuestro entorno y de los que nos rodean. La obra de Artigas abarca un estudio amplio del elemento del color y de la creación de objetos. Nos coloca en un espacio distinto de reflexión colectiva desde lo precario de nuestros tiempos hasta hacernos dudar de afirmaciones sobre la ‘verdad’”.