El teatro alejado de sus esquemas mercantilistas y tradicionales puede convertirse en una herramienta de transformación social, si se deja de ver al espectador solamente como un observador y consumidor, además puede impulsar a que se actúe para cambiar realidades que subyacen en el entorno, señaló Valeria Almazán, académica de la Facultad de Artes de la UAEMex.
Dentro del marco del Día Mundial del Teatro que se celebrará el 27 de marzo, la también investigadora de las artes escénicas, asegura que el teatro desde sus orígenes, tanto en Oriente como en Occidente ha sido una herramienta que muestre solidaridad con las luchas de las mayorías para obtener sociedades cada vez más justas, que incluso ha sido causa de muertes de actores, víctimas, perseguidos, obras quemadas y prohibidas.
"El teatro como forma de conocimiento permite que el espectador participe dentro de las historias que muestra y además permite que las personas tomen conciencia sobre sus problemas para que los conduzca a las vías más idóneas, que permitan una solución de los mismos".
Compromiso con la sociedad
Destacó que en América Latina, el teatro desde épocas pasadas hasta en el presente, ha sido un elemento esencial para ayudar a la transformación social, en el que se han involucrado temas de relevancia para la población como el feminismo, machismo, desigualdades, enfermedades y controversias políticas, lo cual crea un compromiso con la sociedad para generar una dinámica social transformadora.
"El teatro que no genera una reflexión en el espectador es un teatro muerto. Incluso historias de amor, pueden incentivar a un cuestionamiento crítico sobre qué limitantes debemos de tener en pareja o en cualquier relación amorosa y sobre qué actitudes debemos de aceptar de la persona con la que compartimos nuestra vida. Ahora, si proyectamos en escena un tema de violencia, de discriminación hacia minorías o relacionados con la política, podemos ser un filtro de emancipación y actuar para el cambio".
Metodologías teatrales para generar cambio social
Destacó que recientemente en Latinoamérica, se han desarrollado metodologías teatrales, como el Teatro del Oprimido o el Teatro de la Escucha, cuyo objetivo es que las personas sean espectadoras o actrices, que deriva en darles la capacidad de reflexionar de manera crítica sobre la realidad que les rodea, analizar la violencia en la cotidianidad y buscar a través de herramientas artísticas, la posibilidad de generar esperanza para el cambio social.
Obras como Drácula G, Piscosis 4.48 o Mi vida toda, que forman parte de la cartelera de la Compañía Universitaria de Teatro de la UAEMex, dijo, son ejemplos de temas que generan reflexión en el espectador a través de su visualización.
Por ello, enfatizó en el fomento al arte escénico en la ciudad y en otorgar también estrategias que permitan a los habitantes ser partícipes constantes en los teatros que conserva la urbe.
MMCF