Elīna Garanča, distinguida por su impecable talento y presencia histriónica con los premios Echo Klassik, como Cantante del año y Cantante femenina del año, dice a MILENIO que a pesar de los reconocimientos, en su vida cotidiana no se siente como una estrella.
“Diré honestamente, como yo siempre soy, que en el día a día no me veo como una súper cantante, soy una artista que siempre tiembla cuando entra en el escenario, con ideales que siempre persigo, entonces lo único que puedo decir de los premios y distinciones es que mientras más tengo, más vieja soy”, ríe.
La artista, a sus 46 años de edad, se muestra emocionada de debutar en la sala principal del Palacio de Bellas Artes en una única presentación. Se trata de la Gala Elīna Garanča, que ofrecerá este 2 de marzo, bajo la dirección de Constantine Orbelian.
Elīna Garanča (Letonia, 1976), como gran figura aclamada por su voz, actuará en el marco de los 75 años de la fundación de la Ópera de Bellas Artes. Reconoce que a veces tiene días buenos y otros no tanto, como cualquier mujer y cantante, a consecuencia de los cambios hormonales, aunque este sea un tema tabú y a pesar de que lo sufren muchas mujeres.
“Soy mejor cantante porque soy madre, soy mejor madre porque soy cantante, vivo mi vida privada sin nadie, pero tengo las posibilidades de escaparme un poquito para desarrollarme como una artista y eso me da artísticamente y musicalmente una satisfacción enorme para saciarme, y cuando vuelvo a la casa no me hace falta nada de afuera y soy solamente mamá”.
Familia talentosa
Con un repertorio que le ha permitido cantar en los más afamados escenarios del orbe, dice que era un sueño presentarse en el máximo recinto cultural de México y que pensó que algún día tendría la posibilidad de hacerlo con la Orquesta y el Coro de Bellas Artes, así que se ha propuesto establecer un vínculo con el público.
“Será un programa entre un repertorio operístico y zarzuela súper famosas, con las arias más conocidas”, cuenta.
Garanča, algo cansada debido a una pequeña gripa, habló del programa que interpretará, destacando una de las arias de la ópera Carmen, de Bizet, por la que The New York Times la calificó como la mejor intérprete de esta ópera en los últimos 25 años.
Su relación con la zarzuela obedece a que su mamá, quien también es cantante, le inculcó este gusto y lo mismo pasa con sus dos hijas, que muestran aptitudes para el canto y la actuación.
“Eso es algo con lo que nace una persona, para subir a un escenario se necesita carisma. Mis dos hijas piensan ser actrices o cantantes. A una Dios le ha regalado el talento para desenvolverse en el escenario y la otra necesitará trabajar un poquito más. Al final les digo que no me gustaría que entren al mundo profesional de la música clásica porque siempre estarán obligadas a llenar mis zapatos, pues siempre serán comparadas con mami”.
La artista confiesa que ha cantado bajo la dirección de los mejores maestros del mundo, cumpliendo sus sueños pero también dejando los roles que desde su perspectiva han cumplido un ciclo en su repertorio ya que no le gusta repetirse. Por esta razón no interpreta papeles más de 50 ocasiones, pues dice que hacerlo ya no le provocaría emociones.
Fanática del mezcal
Garanča dice que siente un poco de nervios por el malestar de la gripe de cara a su gala en el Palacio de Bellas Artes porque su entrega es total e indica que la altura de Ciudad de México le ha afectado un poco y que le provocó un ligero mareo. Nada que no pueda superar con el paso de las horas (mientras se recupera del jet lag) y estando arriba del escenario.
Conocer la cultura y la comida de los países en donde actúa es una de las cosas que más disfruta, y México no es la excepción, ya que este martes desayunó unos deliciosos chilaquiles.
“Me encanta también el guacamole, la dieta del guacamole con tacos. Soy una fanática del mezcal, lo debo decir, de los reposados. Ahora mismo no puedo beber porque tenemos otro concierto en Monterrey. En cada ciudad a la que voy tengo amigos y viajo con ellos, seguramente que sí vamos a disfrutar más de un mezcal”.
Como la vida además de placer y diversión también es trabajo, asegura que está feliz de su actuación programada para el 5 de marzo a las 18:00 horas en el Teatro de la Ciudad de Monterrey, teniendo como directores a Abdiel Vázquez y a Constantine Orbelian, con la Súper Orquesta Sinfónica de la Escuela Superior de Música y Danza de Monterrey.
En ese escenario cantará Leila, de Rosendo Mato Hermida, una de las interpretaciones que más le gustan a la mezzosoprano.
Un director feliz
Constantine Orbelian, quien acompañará a Elīna Garanča en sus presentaciones en México, dijo en conferencia de prensa que no se asume como un director musical sino como alguien que disfruta su trabajo. Aseguró que está consciente de que la felicidad que se vive entre los músicos se refleja en el escenario, concluyó el fundador del Festival Internacional de San Petersburgo y director musical de la New York City Opera.
HC