El creador del “teatro negro con humor blanco” que gustaba jugar y compartir una sonrisa con todos los que se le acercaban, Mauro Mendoza, director artístico de La Trouppe, falleció el 6 de enero a los 65 años como consecuencia de una complicación renal que tuvo su origen en una enfermedad crónica.
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El fundador de esta compañía deja muchísimas enseñanzas, porque era talentoso y muy creativo, dice Sylvia Guevara, Lady Lucas. Directora ejecutiva y también fundadora de La Trouppe, su compañera de mil batallas recuerda que cuando eran estudiantes de primer año de la Escuela de Teatro de Bellas Artes fundaron su primera compañía, combinando títeres con trabajo actoral.
Lady Lucas indica que Mauro Mendoza cambió su rumbo para bien, porque en un principio él quería estudiar escenografía, pues dibujaba increíble, “al grado de que todos los diseños de los títeres y de las escenografías de La Trouppe son suyos”.
Para su cómplice, Mendoza es “el gran revolucionario del teatro para niños. Gracias a su labor, al teatro infantil se le dio su lugar, ya que siempre ha sido menospreciado, pues se le considera como un género menor. Escribió más de 20 obras de teatro e incluso hizo una película, Calacán, en 1987, que se exhibió dentro del 3er Concurso de Cine Experimental y recibió cinco premios: sonido, edición, ambientación, fotografía y música. También tuvo dos nominaciones al premio Ariel. Desde entonces ya es una cinta de culto”.
Todos lo recordarán como el genio que era, sostiene Lady Lucas, ya que diseñaba los carteles e incluso fue un excelente actor, pero también un increíble manipulador de títeres. “Era capaz de tomar una escoba o una cubeta y darle vida. Era único, con una sensibilidad increíble, ¡pero era mejor amigo!”.
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Apenas el 8 de diciembre La Trouppe había cumplido cuatro décadas de trabajo ininterrumpido; todos esos años picando piedra, abriendo brecha y enfrentando pandemias, terremotos y crisis económicas.
“Queríamos organizar un gran festejo por esos 40 años, pero él estaba un poco delicado de salud. Iba a salir del hospital, pero las cosas se complicaron y ya no fue posible. No nos han dicho las autoridades culturales nada al respecto, pero él se merece un gran homenaje”.
Desde el hospital, Mauro Mendoza se enteró de la publicación que M2 le dedicó a la compañía que él formó hace 40 años, porque Carmen Luna, Noni Pelusas, le compartió la noticia vía telefónica: “Se la leí porque se encontraba ya hospitalizado y se escuchó feliz, le dio mucho ánimo porque tenía todavía muchos proyectos y cosas por hacer”.
PASIÓN POR EL ARTE
Noni Pelusas, directora de Relaciones Públicas de La Trouppe, lo recordará siempre como una persona llena de pasión por el arte teatral, “como un ser bondadoso con gran imaginación que desbordaba talento, porque no solo escribía las obras de La Trouppe, las actuaba y también las diseñaba”.
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Cuando escribió la historia de La Trouppe, Mauro Mendoza destacó: “Lo más importante ha sido la disciplina rigurosa y sin concesiones en el trabajo artístico. Estamos convencidos que la risa es lo propio del hombre, y trabajar con humor es una cosa seria. Cada nuevo proyecto enfrenta retos mayores, pues el público nos exige por lo menos el mismo nivel de calidad que disfrutó en su última experiencia. Esto nos obliga a no conformarnos con trabajos mediocres hechos al vapor, el nivel profesional se ha elevado obra tras obra invitando a colaborar a profesionales de todas áreas”.
Debido al covid-19, en estos momentos sus familiares están a la espera de que sus restos puedan ser incinerados.
Y ADEMÁS
MONTAJE PARA DÍA DE MUERTOS
De las creaciones de Mauro Mendoza, a quien se recordará como el más divertido en los ensayos de La Trouppe –y hasta en los velorios–, quedó pendiente el montaje de un espectáculo de teatro dedicado al Día de Muertos. La obra ya está escrita y de hecho se estaba trabajando en la producción, pero por la situación del confinamiento no se pudo concretar.