Rosario Patiño le echó el ojo al joven Francisco Gabilondo Soler de apenas 20 años y celebraron nupcias en mayo de 1927. Desde entonces se convirtieron en una pareja que buscaría catapultar la carrera musical del que más tarde conoceríamos como Cri Cri, El grillito Cantor. En 1928 dejan Orizaba, Veracruz, y llegan a México donde Rosario, mujer empoderada, pronto se convierte en agente de ventas de publicidad de la XEW y para 1934 debutaba Francisco con un programa dedicado a la infancia. La carrera meteórica del cantautor y la estratega imprescindible que era ella, constituyeron una pareja que creó un vínculo profundo con el teatro que pocos conocen o recuerdan hoy. Cuando Rosario deja la XEW en 1957 se convierte en productora teatral y, ante la necesidad de un programa de mano, funda la empresa Agencia Publiteatro.
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La obra de marras con que Rosario Patiño se inauguró productora (y terminaría por hacer una treintena de obras) fue Un adulterio decente de Jardiel Poncela, cuyo reparto encabezaban Andrés Soler y Lorena Velázquez. Con publicidad de Mejoral, de cerveza Nochebuena, de la Lotería Nacional y, entre otras, del Palacio de Hierro, ese programa de mano dio pie a Publiteatro que acabaría por ser durante décadas el proveedor de más de 50 teatros de la capital mexicana. Cosa extraordinaria fue que la publicidad en los programas de mano no únicamente producía ganancias para la propia agencia, sino que además los productores no gastaban en ellos y más adelante, durante los años 50, estos recibían incluso un porcentaje que ayudaba a pagar las producciones o ciertos rubros que un anunciante cubría (madera, muebles, etcétera) para las obras de teatro.
Es decir, Publiteatro fue benefactor de productores como Tina Galindo, el Pollo Ramiro Jiménez, los Fábregas, Héctor Fuentes y muchos otros que pudieron beneficiarse de intercambios o de dinero contante y sonante para producir sus obras. La Agencia Publiteatro detuvo su labor estupenda a principios del siglo XXI.
CODA
CRI CRI, MÚSICA PARA TODOS LOS RUBROS
Según nos cuenta Óscar Gabilondo, de la Fundación Francisco Gabilondo Soler, sus abuelos Rosario y Francisco no solo participaron como productores y editores. El propio Cri Cri hizo música para la obra Rentas congeladas de Sergio Magaña, así como para la película El Ceniciento de Germán Valdés Tin Tan.