El Museo Nacional de San Carlos reivindica la labor de Aurora Reyes (1908-1985), la primera mujer muralista que fue borrada y vetada prácticamente del mundo del arte y de la cultura en México, por haberse negado a colaborar con Luis Echeverría, tras asumir la presidencia de la República.
Eso es lo que cuenta una leyenda, la cual fue confirmada por Héctor Godoy Lagunes, nieto de la muralista, a MILENIO: “La obra de la abuela Aurora ha estado de cierta manera muy olvidada y relegada, debido a que tuvo un problema muy severo con Luis Echeverría, ya que cuando fue secretario de Gobernación intervino en la matanza del 2 de octubre de 1968. Aunque él lo negó toda la vida, ella no se lo perdonó. Cuando le dieron la presidencia, fue a la casa estudio de Aurora a decirle: “¡Aurora, Aurora, me dieron la grande!, quiero que seas la primer mujer en dirigir el Instituto Nacional de Bellas Artes”.
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En entrevista con MILENIO, el nieto de la artista relató que “ella bajó de su estudio, abrió la puerta y le dijo: yo no hago trato con asesinos. Acto seguido sonó la mentada de madre y portazo en la nariz, ella así era, no se vendía a ningún precio, eso la relegó y ocasionó que le cerraran las puertas para publicar, para exponer y para pintar murales”, ya que ella apoyó a hacer la gráfica política del movimiento estudiantil.
Previo a la apertura de la exposición Arte y lucha. Aurora Reyes (1908-1985) que muestra 320 obras y 12 óleos, Godoy Lagunes lamentó que pese a los esfuerzos realizados, no se ha realizado el catálogo razonado de la obra de Aurora Reyes: “Todavía no ha habido un ente o una institución interesada, ni el INBAL ni la Secretaría de Cultura federal, en avocarse a ello; yo lo he intentado, el archivo está abierto para quien quiera estudiarla”.
Entre fotografías, dibujos, cartas enviadas por Diego Rivera y recados a su amiga Frida Kahlo, con quien estudió en la Escuela Nacional Preparatoria, la pintura La novia de oro, de Oaxaca, a decir de Valentía García, curadora invitada de la exposición, es la obra cumbre en la producción artística de Aurora Reyes.
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La modelo de este cuadro es Estela Ruiz, quien también fue el rostro del billete de 10 pesos durante 40 años. Aurora Reyes la conoció en Tehuantepec cuando acompañó al presidente Lázaro Cárdenas durante una gira por el Istmo, a la que también asistieron el secretario de Marina, el general Rodolfo Sánchez Taboada y su asistente Luis Echeverría.
“Es un mito, un relato que acompaña a la obra. Se dice que en este viaje Sánchez Taboada se compromete con Estela Ruiz, pero nunca llega a la boda porque él era casado, por lo que la deja plantada vestida con su atuendo de bodas, entonces Aurora Reyes decide pintarla. Cuentan que años después Echeverría le pide el cuadro para presentárselo a su mentor el día de su cumpleaños, parece ser que se lo lleva, lo presenta y ese día muere de un infarto el general. La obra estuvo en la colección de Echeverría y luego lo donaron al Museo de las Culturas de Oaxaca”, describió la curadora.
Mireida Velázquez, directora del Museo Nacional de San Carlos, explicó que gracias a sus nietos que mantienen la memoria de Aurora Reyes, se tuvo la posibilidad de acceder a un archivo que permitió ofrecer un recuento de todo el trabajo de la artista.
Expuso que tanto la muestra de Aurora Reyes, como la de Rosario Cabrera, una artista contracorriente, despliegan el trabajo de dos grandes artistas.
“Quisimos reunir no solamente a dos grandes artistas sino a dos mujeres que fueron grandes amigas, que tuvieron una comunicación personal, pero también a través de su práctica artística. Para nosotros era de suma importancia retomar la obra de dos mujeres que marcaron la historia del arte mexicano del siglo XX y que trajeron consigo no nada más una obra importantísima, interesante y compleja, sino también, por ejemplo, que Aurora Reyes es la primera muralista mexicana”.
Por otra parte, destacó que Rosario Cabrera (1901–1975) fue la primera artista mexicana que expuso su obra en el extranjero en 1925.
En San Carlos se expone el trabajo de dos mujeres que fueron vanguardistas, punta de lanza para el trabajo de otras artistas mexicanas, ya que marcaron el siglo XX con su obra, su ideología y sus planteamientos.
“Para nosotros era de suma importancia poder retomar el trabajo de ambas, ponerlo a análisis en dos exposiciones, pero sobre todo, queríamos analizar el trabajo de ambas como profesoras, como maestras de nuevas generaciones de niños y niñas en nuestro país”.
Las exposiciones Arte y lucha. Aurora Reyes (1908-1985) y Rosario Cabrera: una pintora a contracorriente, en el Museo Nacional de San Carlos, se pueden visitar a partir del 9 de mayo.
PCL