Después de dos décadas desde su primer montaje, la obra Atando cabos regresa a escena cuestionando la estigmatización de los enfermos de VIH y la discriminación que vive la comunidad LGBTTTIQ+.
Es una obra de Harvey Fierstein, quien en la década de los 90 tomó postura y de manera irónica puso el dedo en la llaga sobre el impacto que el sida tuvo entre la sociedad.
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La crítica ha dicho que este montaje movió conciencias y trascendió al tratar temas tabú para la sociedad de la época.
La actriz y sexóloga Irene Moreno agradece la oportunidad de hacer un personaje que conmina a la reflexión sobre problemáticas que siguen vigentes, como el amor, la homosexualidad y la aceptación incondicional de la persona que uno ama.
Moreno hace el papel de Mariana, exesposa del difunto Carlos, quien después de 16 años de casados salió del closet y, unos años antes de morir de sida, vivió con Arturo, su amante.
“Mi personaje es muy intenso, me lleva a vivir muchas emociones, con el compromiso que tengo de estar abordando los temas de la sexualidad y haciendo lo que me apasiona, que es la actuación”.
La reflexión
Moreno detalla que su personaje se enamora de un hombre homosexual y no lo había podido afrontar.
“Mariana, mi personaje, entiende la situación y a pesar de todo lo sigue amando por eso se explica que nunca haya un discurso de odio contra él ni de venganza sino todo lo contrario. Es un personaje bastante compasivo, que practica el amor incondicional con un hombre al que amó profundamente pero comprendió que su orientación sexual era diferente, así que ella nunca promovió ponerlo en contra de su hija por odio o rencor”.
Comenta que esos temas deben ser reflexionados porque no es posible que en pleno siglo XXI continúe siendo un tema controversial.
“Sigue habiendo muchísimos prejuicios en contra de la diversidad sexual. Yo escucho que dicen: ‘por mí que existan los gays siempre y cuando no estén cerca de mí’. Eso quiere decir que internamente no hemos logrado asimilar que somos seres humanos y diversos, y que las orientaciones sexuales también lo son. Debemos considerar incluso que nosotros mismos podemos, eventualmente, descubrir una orientación distinta a la heterosexual con la que habíamos vivido”.
Cuenta que el teatro puede mover conciencias y brindar oportunidades de reflexionar solo, en pareja o en familia. “Como espectáculo vivo siempre mueve las entrañas no solo del autor sino, sobre todo, del espectador”.
La actriz dice que debe entenderse que la homosexualidad no es una enfermedad: “No se trata de una patología sino de una condición humana, punto. Yo sí creo que falta mucho por trabajar en el tema de la homofobia y que obras como esta pueden, de alguna manera, propiciar la reflexión sobre cuál ha sido nuestra postura frente a él”.
La obra Atando cabos se presentará los viernes 17 y 24 de febrero a las 20:00 horas en el Foro 37, en Londres 37, colonia Juárez. Los boletos están a la venta a través de boletopolis.com y en taquillas del lugar.
PCL