La irrupción del dramaturgo libanés-canadiense Wajdi Mouwad (Beirut, 1968) en los escenarios a finales de la década de los noventa del siglo pasado tuvo sin duda su explosión e internacionalización en 2003 con el estreno de Incendios, que desde 2009 se ha montado en diferentes teatros mexicanos con gran éxito, el más reciente de ellos en abril, en el Foro Lucerna, con la dirección de José Sampedro.
“Incendios es de las mejores obras dramáticas contemporáneas y uno de mis textos favoritos”, dice en entrevista el director y profesor, cuyo primer contacto con la pieza de Mouwad fue como espectador en la puesta en escena con que Hugo Arrevillaga estrenó la tragedia en 2009 en el teatro Benito Juárez.
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“Fue una experiencia teatral poderosa que me modificó y me inspiró. Hay veces que, cuando uno va al teatro, el actor o la obra te generan algo potente y hermoso y quieres hacer sentir a las personas lo mismo. Incendios me inspiró y me hizo hacer teatro, buscar cierta cuestión energética y una mística.
“Se trata de un texto poderoso, parte de la tetralogía La sangre de las promesas (Bosques, 2006; Litoral, 2009; Incendios, y Cielos, 2009), que te habla acerca de ir a tu pasado para sanarlo, entender de dónde vinimos para poder tener un futuro más próspero y un presente más en paz”, añade Sampedro sobre esta obra que inició temporada los martes, del 11 de abril hasta el 16 de mayo, en el foro Lucerna.
La pieza, aunque Mouwad no especifica espacio ni el tiempo en ella, obviamente tiene de contexto la guerra civil de Líbano, que arrasó su país entre 1975 y 1990, con numerosas matanzas y el exilio de cientos de miles de personas, entre ellos el dramaturgo, que migró primero a Francia y luego a Canadá.
Trata sobre la búsqueda que emprenden los gemelos Jeanne y Simon a la muerte de su madre, la inmigrante Nawal Marwan, quien les pide, a través de su testamento y su albacea y amigo, Hermile Lebel, buscar al padre que nunca conocieron y a un hermano que quedó en el país que dejó en guerra.
“La tesis de Incendios, además, es aprender a pensar para salir de la miseria y encontrar el amor incondicional. Son este tipo de obras que siempre van a ser muy exitosas, la gente siempre va a amarlas porque están muy conectadas con el ser humano de cualquier época y lugar, aborda temas muy universales e importantes”, agrega Sampedro, quien reclutó a antiguos alumnos del Centro de Artes Escénicas Artestudio para su montaje, producido por su compañía Parvada Teatro y por Magali Ríos, con traducción del francés a cargo de Humberto Pérez Mortera.
Equipo poderoso
Un elenco de jóvenes, pero ya con sólidas trayectorias en teatro, musicales, series y cine, encabezados por la bellísima Ana Guzmán Quintero (Indecente), quien interpreta, magistral y conmovedora, a Nawal Marwan (rol que encumbró a lamarroquí Lubna Azabal en La mujer que cantaba, la adaptación al cine en 2010 que hizo el guionista y realizador quebequense Denis Villeneuve, nominada al Óscar).
Lucía Madariaga (del musical Mentiras) interpreta a Sawda, la amiga de Marwan, y a Jihane. Sharón Ayón (Querida y Peter Pan) interpreta a Julia (Jeanne en el original), hija de Marwan, y a su hermano Simon, Rodolfo Zarco (El hombre de La Mancha y Titus, y las series Hasta Las cuerdas y Malverde).
Enrique Arce Gómez (The Pillowman, Despertar en primavera y Urinetown) hace el rol del notario Hermile Lebel. César Antulio (El show del terror de Rocky y Mamma Mía; Rosario Tijeras, serie, y Nuevo Orden, filme) actúa de Ralph, Nihad (el hijo y torturador de Marwan), un doctor y un conserje.
Carla Heftye (El show de terror de Rocky, Shrek El Musical) encarna a Nazira, Darazia y Chamsedinne. Y Saúl Villa (Bodas de sangre), a Wahab (el amor de Marwan y padre de Nihad), Antonio, un fotógrafo y Malak. Con ellos, Eduardo Garcilazo toca música original en vivo con laúd árabe.
“Son un grupo de actores a quienes durante la pandemia pedí juntarnos a leer Incendios. Y al ver lo poderoso que era, decidimos montarlo. Todos son ex alumnos míos y ahora grandes amigos, somos una familia teatral, un colectivo que estamos buscando explorarnos, explorar nuestro arte y contar historias que son importantes para nosotros. Son una nueva generación, y es muy emocionante cómo llenan de vida este texto”, explica Sampedro, que participó en musicales como Mary Poppins y A Chorus Line.
“Mi propuesta está enfocada completamente a lo actoral, centrada en el actor, es un teatro del actor con muy poca escenografía, una invitación a que el espectador se imagine todo a través de los ojos del actor, del trabajo muy específico bordado muy fino sobre la actoralidad. Algo increíbe es ver a estos nuevos actores, una nueva generación que está abordando Incendios con toda dignidad y arrojo, con toda la belleza que se necesita para que esta historia viaje y sea contada”, agrega el artista escénico.
—¿Qué les dice a los mexicanos Incendios?
Como a cualquier persona en este mundo, nos dice que estamos en guerra por estar confundidos, que nos estamos matando unos a otros, que existe la guerra, los incendios, la destrucción, la devastación, entre países, familias o roomies, por falta de entendimiento, por nuestra soberbia, por razones que el texto ni siquiera señala bien, la obra de Mouwad solo hace preguntas: ¿por qué hay guerra entre los seres humanos?. La cantidad de incendios, la violencia en México, nos hace conectar muy fácil con la obra, entenderla con mucha facilidad. Hay muchísima violencia en México generada por la falta de educación, de entendimiento. Pero, además de la parte más política de la guerra, habla al ser humano de algo más cercano: del amor de una madre, del amor incondicional, de la relación de dos mujeres que se aman mucho, de una amistad muy fuerte entre ellas dos, compañeras de vida, de la importancia de la sororidad, de la importancia de ordenar tu familia, de su sistema energético para poder esta bien.
PCL