El estado de Guanajuato forma parte importante en el mes de las fiestas patrias y es que cuatro de sus municipios fueron parte importante de esta batalla; Dolores Hidalgo, Celaya, San Miguel de Allende y Guanajuato guardan gran historia y significado dentro de la festividad del grito de independencia.
Es por eso que aquí te dejamos un poco de lo que impregnó a estos municipios y que ahora se celebra cada 15 de septiembre.
El paso de la Independencia en Guanajuato inició en el municipio de Dolores Hidalgo en el año de 1810 en donde, desde el atrio principal de la parroquia de Nuestra Señora de Dolores, en la madrugada del 16 de septiembre el cura Miguel Hidalgo y Costilla convocó al pueblo a levantarse en armas y luchar por la Independencia de México. En ese mismo municipio, el cura formó el primer Estado Mayor del Ejército insurgente en la Hacienda de la Erre.
Posteriormente, Miguel Hidalgo se dirigió al municipio de San Miguel de Allende en donde, marchó al santuario de Atotonilco y motivó a sus tropas, principalmente mineros, con la primer bandera insurgente que era una imagen de la Virgen de Guadalupe, símbolo de la identidad mexicana. En ese mismo municipio, Miguel Hidalgo e Ignacio Allende crearon el primer Ayuntamiento libre de México.
En Celaya, el 21 de septiembre de 1810, las cuadrillas independentistas en compañía del cura Miguel Hidalgo, entraron sin ninguna resistencia a este municipio, incluso recibieron el apoyo de los celayenses logrando aumentar su plantilla en las tropas. Hidalgo fue nombrado Capitán General del Ejército Insurgente e Ignacio Allende como Teniente General.
Miguel Hidalgo y sus tropas se dirigieron al municipio de Irapuato en donde se reclutaron a más insurgentes y que, posteriormente siguió enérgico hacía Guanajuato capital.
En Guanajuato, Hidalgo y sus tropas llegaron al municipio con más tropas, en donde el 28 de septiembre de 1810 se desató una cruel y sangrienta batalla contra los españoles, y después de que un minero conocido como "el Pípila" quemó la puerta de la Alhóndiga de Granaditas, los pocos españoles que estaban ahí, optaron por rendirse.