Nombran a Jesús Alejo nuevo director de Radio Educación

Jesús Alejo Santiago (Veracruz, 1971), periodista cultural, asume la dirección de Radio Educación, institución en la que ha trabajado desde 1991, primero como redactor y luego como reportero cubriendo las fuentes de la industria editorial y culturas populares, mismas que cubrió desde hace 18 años cuando ingresó a trabajar a la sección cultural del grupo MILENIO.

Alejo Santiago, quien en 2003 tuvo una residencia de trabajo en el área latinoamericana de Radio Francia Internacional, en la ciudad de París, mismo año en el que obtuvo el Premio de Periodismo Cultural de la Fundación Friederich Ebert con un reportaje acerca de la poesía sonora en México y Alemania; y a lo largo de estos años coordinó los Encuentros Internacional de Periodismo Cultural, celebrado desde 2015 como parte del programa de la Feria Internacional de la Lectura de Yucatán, y el Premio Nacional de Periodismo que, desde hace cuatro ediciones, se entrega como parte del encuentro, se despide de MILENIO.

A partir del próximo 16 de mayo, Jesús Alejo Santiago asumirá el cargo de director general de Radio Educación, en el que se desempeñaba, hasta ahora, Gabriel Sosa Plata, quien, a su vez, asume la titularidad de la Defensoría de las Audiencias de Canal 22. 

La secretaria de Cultura del Gobierno de México, Alejandra Frausto Guerrero, deseó éxito a Gabriel Sosa Plata en su nueva encomienda, nombramiento que abona al fortalecimiento del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano; de igual forma, reconoció y agradeció su labor como impulsor de la comunicación radiofónica de servicio público, así como generador de sinergias con instituciones culturales del país, especialmente, con radios comunitarias e indígenas.

Entre otras iniciativas, Sosa Plata dirigió la instalación de dos nuevas emisoras de frecuencia modulada para Radio Educación, en Sonora y Michoacán; llevó a cabo una importante renovación de la programación; organizó con éxito la 13ª. edición de la Bienal Internacional de Radio; impulsó los servicios digitales para generar nuevas audiencias; inició un importante proyecto de digitalización del acervo; recuperó la concesión y operación de la histórica frecuencia 1060 de AM y logró el incremento de potencia de la señal 96.5 FM en la Ciudad de México, de 3 mil a 6 mil watts.

-¿Qué representa para ti asumir la dirección de Radio Educación?

Por supuesto, infinidad de lugares comunes vienen a la mente: un honor, un reto, un sueño cumplido, uno de los desafíos más importantes en tu carrera. Es todo eso y más: después de 30 años de formar parte de la institución, llegar a la dirección general se convierte en la cima de tu carrera profesional, pero al mismo tiempo es uno de los retos más grandes, porque conozco a la institución, sé de muchas de sus virtudes y también de sus defectos; conozco sus posibilidades y sus carencias.

-¿Cómo recibes este medio de información pública?

Más que ser sólo un medio de información, Radio Educación es toda una institución cultural: su activo principal es la gente, los trabajadores y trabajadoras que han entregado su vida a la emisora, con una serie de propuestas radiofónicas que han marcado un antes y un después en los medios, ya sea por sus contenidos o por la manera de transmitirlos. Ha (hemos) sido gente que acompaña a los radioescuchas, que busca responder a sus necesidades, que contribuye en la construcción de una mirada crítica, como la que tiene nuestras audiencias.

-¿Cuál será tu sello al frente de la dirección?

Creo, y espero, que sea la de un trabajador más. Mucha gente puede recibir la invitación que me hiciera la Secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, como una buena noticia; a otros no les parecerá tanto, pero sí me queda muy claro –así me lo hizo notar la secretaria—que se trata de una manera de reconocer a los trabajadores de Radio Educación.

-¿Qué tipo de periodismo es el que distinguirá a Radio Educación?

Si algo caracteriza a Radio Educación, no solo a los servicios informativos, es la libertad. Hay un prestigio y una credibilidad informativa que debemos proteger como un logro de los trabajadores, sobre todo de la sociedad. No en balde durante muchos años nos han visto como “un oasis en el cuadrante” y esa seguirá siendo la apuesta principal.

-¿Cómo te despides del MILENIO?

Pienso que muy bien. Han sido 18 años como parte de la sección cultural, de aportar mi mirada, en especial, en el mundo de los libros, las culturas populares. No tengo más que agradecimientos: a los dueños, los dos Francisco, Carlos Marín o el cartujo, José Luis Martínez S., Jesús Rangel, Ariel González y quienes han pasado por el periódico –la lista es larga—; hasta los actuales, como Ángel Cong, Óscar Cedillo, Alfredo Campos, Mariela. En particular a los amigos y las amigas que me encontré en este lugar, no habría espacio para mencionarlos, ni hay memoria para recordarlos.

-¿Qué ha caracterizado a tu trabajo?

Es difícil hablar de uno mismo, sólo diré que la pasión por la escritura y el deseo de compartir tu gusto por la cultura. Suelo decir que mi gran sueño es encontrar a alguien que me diga “gracias a tu entrevista con tal autor, no he dejado de leerlo”. Espero lograrlo.

-¿Dejarás el periodismo para ser un funcionario de tiempo completo?

No es mi idea. Ser funcionario es una oportunidad, un reto y hasta un honor, pero no deja de tener un principio y un fin. En la medida de lo posible, siempre y cuando no se interponga con mi labor en la institución, me gustaría seguir con las entrevistas, en la conversación con los escritores y escritoras, con las editoras y editores, con libreras. 

Con información de Blanca Valadez

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