Giselle es un fenómeno de la danza, es uno de los ballets más relevantes del Romanticismo que se bailan en el mundo desde el siglo XIX, y de frente a esta realidad la Compañía Nacional de Danza, con su nuevo rostro, apostó por el montaje de una versión distinta a la que venía bailando en los últimos años.
La sala principal del Palacio de Bellas Artes será testigo de la reposición inspirada en la propuesta de 1940 del coreógrafo y bailarín inglés, Anton Dolin (1904-1983).
Elisa Carrillo, primera bailarina del Staatsballet de Berlín y Cuauhtémoc Nájera —codirectores de la Compañía Nacional de Danza— junto con el bailarín ruso Mikhail Kaniskin, decidieron reponer la obra de Anton Dolin, quien la hizo para el Metropolitan Opera House, en Nueva York.
Kaniskin dice a M2 que él bailó muchísimas versiones de Giselle, por eso considera que esta versión es muy significativa.
¿Cómo tomaron los bailarines de la CND esta reposición?
No es tan distinto el ballet de Dolin, porque los bailarines de la compañía venían bailando la versión de la cubana Alicia Alonso; precisamente fue el propio Anton Dolin quien le enseñó a Alonso la esencia de Giselle, así que ella aprendió muchísimo con él.
¿Cuál considera que es el resultado en el escenario?
Un trabajo maravilloso de parte de toda la compañía. Se puede ver cómo los bailarines necesitan cambiar de estilo, así como las cosas a las que estaban acostumbrados. Puedo decir que con Giselle han hecho un excelente trabajo.
Las funciones de Giselle en el Palacio de Bellas Artes serán este sábado 27 a las 19:00, el domingo 28 a las 17:00 horas y el lunes 29 de abril a las 20:00 horas.
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PRIMEROS PASOS DE GISELLE
Giselle es un ballet, cuyo libreto se debe a Théopile Gauier y a Jules-Henri Vernoy, quienes se basaron en la obra De L’Allemagne, que escribió en 1835, Heinrich Heine. Su estreno tuvo lugar en la Ópera de París, en 1841, con la coreografía a cargo de Jules Perrot y Jean Coralli.