Blanca Ríos, primera bailarina de la Compañía Nacional de Danza (CND), anunció que será la última vez que interprete el Hada de Azúcar en El Cascanueces, lo que representa su despedida de los escenarios, aunque el último adiós lo dará en marzo con la interpretación de Esmeralda.
En el Auditorio Nacional, Ríos, quien cambió su residencia a Ciudad de México a los 17 años, agradeció a la CND por la oportunidad de cumplir su sueño en los escenarios: "Cuando me vine de Monterrey, jamás me imaginé llegar a ser primera bailarina".
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Durante el anuncio de la temporada de El Cascanueces, que ofrecerá 10 funciones los días: 15, 19, 20, 21 y 22 diciembre, a las 19:30 horas; así como el 16 y 23, a las 12:00 y 18:00 horas, y 17 a las 17:00 horas, la primera bailarina recordó que ella de niña interpretó el papel de Clarita, pero también los roles de ratón, invitada, copo de nieve y Reina de las flores, dejándole grandes enseñanzas.
“Me gustaría invitarlos a las funciones de El Cascanueces, una obra que desprende mucha bondad, mucho amor y unión familiar, por lo que ya es una tradición”.
Como Hada de Azúcar, Blanca Ríos bailará en su reino con personajes inolvidables: los angelitos, los copos, los bombones, los soldados y los ratones, al compás de la Orquesta del Teatro de Bellas Artes.
“El papel de Hada de Azúcar representa uno de los pas de deux más difíciles por la técnica y la expresión artística”, reconoció.
De cara a lo que será su última función de la coreografía, en versión de Nina Novak con música de Piotr I. Chaikovski, basada en el cuento de E. T. A. Hoffmann titulado El cascanueces y el rey de los ratones (1816), adelantó que su despedida está prevista para el mes de marzo en el Palacio de Bellas Artes: “vimos más o menos cómo era el programa y me pareció interesante la propuesta de retirarme con La Esmeralda, y bueno pues pasó todo muy rápido, por lo que tenemos planeado hacerlo ya en marzo con la mayor alegría”.
Se refirió también a las tristezas y alegrías que ha vivido a los largo de su trayectoria.
“Lo más triste fue el gran reto de dejar a mi familia y llegar aquí a Ciudad de México a cumplir mi sueño; creó que ha valido muchísimo la pena, pues pararme en el escenario y bailar para ellos es de lo más hermoso que atesoro”.
Cuando ella hablaba, la miraban con atención dos niñas bailarinas que interpretarán por primera vez el papel de Clara.
Al tomar la palabra Karime Vázquez, estudiante de la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea, expresó que se sentía muy feliz y emocionada de poder vivir esta experiencia.
“Estoy muy muy agradecida con la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea del Inbal, con mis profesores porque son los que hasta ahora me han forjado y bueno yo siento mucho cariño también a la Compañía Nacional de Danza por la oportunidad de ser Clarita. Los invito a todos a que vengan y no se pierdan la oportunidad de vivir esta experiencia, una puesta en escena navideña con bailarines profesionales y con la orquesta en vivo”.
Interpretar a Clarita, subrayó, es uno de sus tantos sueños que se están cumpliendo: “Nunca me imaginé tener el papel de Clarita en El Cascanueces, pasé por ratones, angelitos y bueno, ahorita estoy muy agradecida por el papel y es algo grandioso para mí estar aquí”.
Norah Sabbagh Argáez, estudiante de la Academia de la Danza Mexicana, sumamente emocionada hasta las lágrimas, manifestó que estaba muy feliz de poder lograr este papel.
“Desde pequeña he luchado por él, he trabajado mucho para conseguirlo desde hace años y me siento muy feliz de poder lograrlo”.
Cuauhtémoc Najera, codirector artístico de la CND, explicó que al elegir a las y los bailarines, se fijan en las en las cualidades técnicas que han logrado desarrollar acorde a su edad.
“Se considera la disciplina, la constancia y la pasión que demuestran al interpretar un rol determinado, así como también se considera la capacidad que tienen para desarrollar un personaje”.
En esta ocasión, la batalla entre el Rey de los ratones y el mágico regalo de Clarita, en víspera de la Navidad, será musicalizada con la orquesta dirigida por la española Julia Cruz, quien ha estado al frente de varias orquestas europeas.
PCL