El camino que nos conduce a un mapa

Reseña

En 'Ábacos', Irene Artigas Albarelli habla no sólo a través de las palabras, sino alrededor de ellas.

Portada de 'Ábacos', de Irene Artigas Albarelli. (Mantis editores)
Armando Alanís Pulido
Ciudad de México /

Atemperar, como quien administra lo insomne

Leo poesía y dejo de pensar que el mundo se sigue derrumbando, leo la poesía de Irene Artigas Albarelli y pienso en el instante en el que se debe de estar siempre, dije instante, digo instinto, digo estado, es decir: digo cosas que debo decir porque quien escribe poesía, quien la traduce, quien la investiga sabe —como bien dice Mariángeles Comesaña— que todo se corresponde aunque sea distinto, el tiempo se deja acomodar y se vuelve escritura, Irene administra las horas y las registra condensadas, en los poemas/ ábaco nos cuenta sus correspondencias, lo inconcluso, los límites, los residuos:


8:01

Hay en el tiempo una cobra de barro;

preside lo que llueve en otras vidas.


9:16

El eco al límite, pronto, ululando,

la herrumbre equidistante acumulada.


9:17

El instante en el que se ha estado siempre,

la celosía a otra dimensión.


10:58

Goteo pródigo que hace que existas

umbral incontrolable. Aun fluyendo.

(“Las horas”, fragmento, Tomo II, página 16).

Gotas de insomnio colman destiladas una tempestad

Esta frase me parece perfecta para definir no el acto heroico de traducir poesía sino el efecto colateral de embarcarse poéticamente en la batalla de los idiomas y el decir de los idiomas, ok quedan tus versiones, queda otro poema pero lo importante es que después de lo que queda quede más poesía, entonces siguen esas gotas de insomnio que colman destiladas una tempestad, entiendo que hay muchas formas de detonar la inspiración, o botones para empezar la aventura, no podría decir que a Irene la ayudaron Merwin o Rayan o Strand o Boland o Reid, porque prefiero decir que la empujaron, no es tampoco la discusión sobre el bagaje de lecturas, o nuestros libros o autores de cabecera, esos autores son los encantamientos para medir lo que la autora es y lo que trata de explicar, es decir lo que somos y que tratamos de entender mediante poemas, ellos provienen de otros cómputos y operaciones, ellos son los ábacos donde se concentra pacientemente nuestra memoria:

Transito de la transición al tránsito. Sin contradicción

Desde un ser plural

En pluralidad

un loop murmurado.

(“Derivas de tránsito”, fragmento, página 46)

Trazar planos que nos ayuden a tantear los abismos

Crear sentido es apoyarse en algo adecuado nos dice Irene en mínimas de páramo, ya vimos como la autora emplea a “sus” “nuestros” autores como postes que delimitan la cerca de su paisaje personal, por supuesto que el paisaje es insólito y fundamental volviéndonos un remolino en lo inabarcable, pero hay palabras que se enredan que acunan la desolación, hay palabras más largas que las orillas, palabras fundamentales y parecería que todo está hecho con ellas, eso creemos , eso nos hace creer Artigas.

Una conjunción que germina

Escribirle a la escritura, al ritual de, es actuar en el mundo porque el mundo no existe si no lo renombramos, sino lo presentamos tal y como es: habitable a pesar de nosotros mismos (me refiero a la humanidad). Hace algunos años en una charla —entrevista que tuve con Juan Gelman me decía que el único tema de la poesía era la poesía, lo registré sin entenderlo del todo, tiempo después lo reflexiono y comprendo: la poesía es todo abarca todo, la poesía somos todo, alguien nos colecciona, alguien nos escribe, alguien nos cuenta narrando, alguien nos cuenta enumerándonos.

Las cuentas son colecciones personales de cosas pequeñas y semejantes. Las hileras son varillas o pinturas en el suelo, hasta hay dibujos de ábacos con brazaletes. No solo contienen al mundo, sino a quien los ama según su idea de orden y los usa para pensar más lejos.

(“Ábacos”, fragmento, página 123)

Los ecos de la aproximación

En el ejercicio de soñar, recolectar y catalogar sucede el privilegio de poder notar particularidades y estas bien llevadas y bien entendidas nos colocan en el mejor de los géneros literarios: el diálogo; Ábacos de Irene Artigas Albarelli (Mantis editores, 2023) nos hace pensar en todo lo que ella piensa con y sin palabras, en todo lo que ella dice con y sin palabras entonces nos detenemos porque solo entonces decir es pensar.

AQ

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