Alejandra Frausto: “El arte, para sobrevivir, requiere de libertad y pluralidad”

Entrevista

La residencia oficial de Los Pinos, que han ocupado trece presidente, se convertirá en el centro cultural más grande del mundo

Si algo puede darle un significado profundo a la residencia de Los Pinos sin duda es la cultura
Guadalupe Alonso
Ciudad de México /

Con una propuesta que privilegia la recuperación del espacio público, la Secretaría de Cultura del próximo gobierno tendrá bajo su responsabilidad, entre otras tareas, la transformación de Los Pinos en un centro cultural, quizá el proyecto más ambicioso y arriesgado que llevará a cabo Alejandra Frausto, quien se perfila como cabeza de este sector. La ex directora general de Culturas Populares y especialista en proyectos de impacto social apuesta por una reconfiguración de estos espacios en beneficio de las comunidades. “En la medida en que la gente se apropie de ellos y participe en programas artísticos, se contribuirá a la restauración del tejido social. Esto solo es posible con el acceso a la cultura”, apunta.

La residencia oficial que han ocupado trece presidentes, desde Lázaro Cárdenas, en 1935, hasta Enrique Peña Nieto, quien dejará el cargo este año, se convertirá en el centro cultural más grande del mundo, según se lee en la página lospinosparatodos.org. Días antes de la jornada electoral, platiqué con Alejandra Frausto en torno a las propuestas de la coalición Juntos Haremos Historia en materia de cultura. Sobre Los Pinos, comentó: “El proyecto aún no lo tenemos definido porque no conocemos el espacio. Pocas personas han tenido ese privilegio. Ya entraremos, ya veremos. Estamos hablando de una extensión de 60 hectáreas en el Bosque de Chapultepec; hay que quitar esas murallas y hacer un espacio público integrado para que exista ahí una oferta cultural cotidiana, que las propuestas de calidad de todos los estados tengan un punto de llegada y encuentro, un diálogo con el mundo. Habrá residencias artísticas, proyecciones de cine, música, teatro, creación literaria. Los jóvenes necesitan un lugar para expresarse. Los artistas emergentes se sienten ajenos a los espacios de la gestión pública y este podría ser un gran lugar de encuentro, de creación. No se trata de construir nada, sino de aprovechar la infraestructura existente y eso representará muchos ahorros en otro tipo de cosas en las que está gastando la propia Secretaría. Vamos a valorar esa infraestructura, ver cómo se acondiciona para darle vida a lo mejor de las artes de México y el mundo. Además, hay un interés importante sobre el medio ambiente y la cultura que estamos trabajando con la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano. Si algo puede darle un significado profundo a un espacio como éste sin duda es la cultura, y por eso vamos a tener una enorme responsabilidad”. 

La consulta que se ha hecho a través de la página antes mencionada, cuenta con alrededor de 300 propuestas, entre éstas, la creación de un espacio para la ciencia y la tecnología; un albergue para las personas damnificadas por los recientes sismos; “que la poesía y el rap tomen simbólicamente Los Pinos” o mantenerlo “como zona verde y no saturar esa zona con más oferta cultural”. Mientras que otros piden que se incluya “como tema de reflexión, para no cometer una torpeza cultural, natural y política”; “Un cambio donde la agenda principal sea la comunidad, no la legitimación simbólica del poder”. Entusiasmada por la interacción que se ha generado en el sitio de internet, Frausto comenta: “hay cientos de propuestas porque hay un anhelo de vivir un espacio de esas características. Creo que va a ser muy bien recibido. Hay una enorme producción artística, desde el FONCA hasta los creadores independientes que buscan espacios, pero estos son limitados o no están activos para recibir todo lo que se genera. Es un espacio que dará para mucho”.

Los ejes de la propuesta planteada por el grupo que dirige Alejandra Frausto se enmarcan en el concepto de la cultura como fuerza transformadora. A partir de su experiencia con comunidades en Guerrero y al frente de Culturas Populares, considera viable la posibilidad de incidir en distintas zonas del país donde existen problemas sociales como la marginación o la violencia. “Por desgracia nos hemos acostumbrado a que la violencia sea parte de nuestra vida cotidiana”, asegura, “y son muchos los jóvenes que están dando la vida por la falta de oportunidades en su comunidad. La cultura puede tejer una realidad distinta; el arte, una herramienta para transformar la vida. Cuando un joven, un niño, se involucran, por ejemplo, en un coro, un colectivo de teatro, de fotografía, de cine, aprenden el trabajo en equipo, la solidaridad. Esto les da un sentido de pertenencia, que es muy importante en el desarrollo. Cuando la cultura se convierte en parte de la vida cotidiana, la realidad puede cambiar en el corto plazo. Este será un programa que llevará a cabo la Secretaría de la mano de la sociedad civil, la academia, las universidades, la iniciativa privada y fondos internacionales, para que garanticemos la permanencia de un proyecto comunitario. Creemos en el poder transformador del arte y este es el centro de nuestra propuesta”.

La Secretaría de Cultura trabaja en un proyecto transversal que incluye a otras instancias como las secretarías del Medio Ambiente, Gobernación y Educación Pública. Esta última deberá garantizar un programa artístico desde la educación básica. “Que las 250 mil escuelas tengan contacto con el arte de manera cotidiana. Estamos armando un programa común para instalar cines en espacios públicos, salas de lectura, y contacto con los creadores. Desde la primera infancia lo vamos a trabajar también con el sector salud para garantizar el derecho humano de acceso a la cultura”. 

El arte, para sobrevivir, requiere de libertad y pluralidad, valores democráticos por excelencia. Esto nos lleva a plantear una agenda incluyente relacionada con el género, la diversidad sexual y las minorías. Sobre este tema, Alejandra Frausto enfatiza que el punto central de la agenda de cultura es la calidad de vida de las personas. “Tenemos grandes deudas con muchos sectores. Estamos planteando un observatorio de género y derechos humanos. Ha habido exclusiones en muchos sentidos. No hay un programa para personas con discapacidad, no solo en su derecho al acceso a la cultura, sino también como creadores. Se incluirá la traducción a lenguas indígenas mexicanas en todas las convocatorias de cultura. Pareciera que damos por hecho que no existe creación artística en lenguas indígenas, sin embargo, de ahí surge mucha de nuestra cultura. Los indicadores de la Organización de las Naciones Unidas sugieren asignar un 15% del presupuesto para inclusión social y temas de género. Nosotros asignaremos un 20% porque estamos conscientes del rezago que hay. Si la cultura es el camino a la libertad y el respeto, no puede haber discriminación para ninguna expresión sexual, para ninguna minoría”. 

Por otro lado, se trabajará con la Cancillería en un programa que permita entablar el diálogo cultural más allá de las fronteras. De acuerdo con Frausto se tienen previstos diversos acuerdos con países como Corea del Sur donde se ha impulsado a las empresas creativas; con países de habla hispana en vías de promover un mercado editorial. “Está pendiente un programa para mexicanos migrantes en Estados Unidos. He tenido la oportunidad de reunirme con algunos de sus representantes, incluso con el padre Solalinde. En una crisis como la que estamos viviendo, es aun más urgente atender a estas poblaciones”.

Consciente de que los medios públicos de comunicación han sufrido recortes importantes no obstante que son fundamentales para la difusión de la cultura, el equipo comandado por Frausto trabaja de la mano de la Secretaría de Gobernación y la de Comunicaciones y Transportes en el planteamiento de una política sólida. “Se trata de impulsar el aprovechamiento de las plataformas digitales y los canales del Sistema Público de Radio y Televisión. De esta forma se asegurará el derecho de las audiencias a la cultura y la posibilidad de reconocernos en nuestra diversidad. Esto es fundamental y creo que mucho del trabajo es de articulación”.

Al referirse a los recursos necesarios para llevar a cabo estos programas, Alejandra Frausto recuerda que la única mención que hizo el candidato de MORENA sobre el presupuesto en su arranque de campaña, fue en relación a la cultura. “Habló de un presupuesto digno y suficiente. Habrá que estudiar cómo se está gastando y dónde podemos tener ahorros. Hemos detectado algunas cosas, pero no tendremos certeza hasta llegar ahí. Sin embargo, hablamos de objetivos generales y presupuestos concurrentes, lo cual permitirá que los recursos para cultura no sean solo de un sector. Como este es un programa ligado a un plan de gobierno integral, sin duda hay condiciones para lograrlo. Por otro lado, Andrés Manuel López Obrador pidió no pensar, por el momento, en grandes cambios legislativos. Esto nos permitirá trabajar desde un principio con lo que hay. No sabemos qué recibiremos porque aún no está publicado el reglamento de esta ley, así que habrá que esperar”. 

En su trayectoria al frente de diversos proyectos culturales, Alejandra Frausto tuvo la oportunidad de colaborar con Rafael Tovar y de Teresa. Sobre él, dijo: “Nos dejó como legado la Secretaría de Cultura. Reconocernos como una Secretaría de Estado nos sitúa en un terreno en el que, sin duda, crecerá la acción cultural. Por primera vez este sector va a participar en la construcción del Plan Nacional de Desarrollo. Nunca antes en la historia había sucedido. Además, todo lo que vivió Rafael Tovar como voraz consumidor y creador de cultura hay que reconocerlo en este momento. Estamos recibiendo un legado que debe canalizarse para hacerle frente a la realidad, al futuro y a la profunda transformación que vivirá el país”.


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