El álbum digital Poesía entre notas (2022) contiene 14 poemas de Ramón López Velarde que son recitados y musicalizados por el pianista Alex Mercado, quien ya prepara un segundo volumen con versos de Jorge Luis Borges, Luis Cernuda, Octavio Paz, César Vallejo, Dolores Castro, Alfonsina Storni y Eduardo Lizalde.
En el concepto Poesía entre notas, Mercado le crea a los textos “marcos musicales hechos a la medida” y añade improvisación. Utiliza “un sistema de composición comparativa exacta del fraseo de la palabra con el ritmo musical. El fraseo del lenguaje se transmuta a la melodía. Cuando hablamos, improvisamos con un fraseo perfecto que pareciera premeditado. Los músicos solemos disociar y abordamos cosas que realmente no entendemos”.
En 2020, Alex Mercado grabó Exilio con su trío de jazz, el último de sus álbumes en formato físico “porque ya sólo les interesan a los melómanos y es caro producirlos”.
Estudió piano en Bellas Artes, la UNAM y en el Berklee College of Music. Actualmente, el apoyo que recibe del Sistema Nacional de Creadores de Arte (2022-2025) le sirve para consolidar su ya abundante faceta de compositor. Sus primeras cuatro entregas serán diez canciones con textos propios, una sonata para piano, diez estudios con temas de jazz y un cuarteto de cuerdas con piano.
El sábado 11 de junio, a las 19:00 horas, Mercado presenta Poesía entre notas en la Fundación Sebastián (Patriotismo 304, San Pedro de los Pinos), donde los nostálgicos podrán adquirir los CDs que ha grabado a solas y con figuras como Antonio Sánchez, Scott Colley, Gabriel Puentes, Israel Cupich y Aarón Cruz, entre otros. También tiene un par de libros: El sublime proceso del lenguaje musical y Arte, conciencia y vida. Aforismos cuánticos.
Por lo pronto, batea las rectas y curvas que le lanza Laberinto.
—¿Qué es un piano?
Una orquesta debajo de diez dedos.
—¿Qué es el silencio?
La mejor respuesta.
—¿Qué es una partitura?
Un pálido reflejo de lo que ocurre en la música.
—¿Cuántas horas al día tocas el piano?
Todo el tiempo en mi cabeza, a través de la visualización y la imaginación.
—Los poetas a quienes más lees.
No sólo los leo, los memorizo. En español a los que ya te mencioné. En inglés a Dylan Thomas, Shakespeare. En francés: Baudelaire, Rimbaud, Mallarmé. En italiano: Antonia Pozzi, Ungaretti, Pavese. En rumano a Eminescu (su esposa es rumana).
—Un concierto inolvidable como espectador.
Uno de Keith Jarret, que para mí fue un verdadero parteaguas.
—Jarret en una frase.
La música encarnada.
—Antonio Sánchez en otra.
Virtuosismo al servicio de la música.
—Un disco de jazz.
Es muy difícil mencionar solo uno.
—No lo pienses.
Está bien: Now He Sings, Now He Sobs, de Chick Corea.
—Lo mejor de tocar en cruceros.
Tocar música de todos los estilos con músicos internacionales, además de que así pude conocer 60 países.
—Y lo peor.
Vivir un mundo irreal en las vacaciones de los demás.
—¿Qué estudiaste en Berklee?
Jazz Performance.
—Un recuerdo durante tu estancia en Boston.
Viendo a los Medias Rojas, en el Fenway Park.
—¿Contra los Yanquis?
Sí me tocó ver uno contra ellos, pero fui muchas veces.
—¿Alguna vez jugaste béisbol?
Sí. Como a los 15 años lancé un juego sin hit ni carrera de siete entradas, en un torneo de interligas en el Parque del Seguro Social. Ese día hasta me entrevistó Jorge de la Serna. También bateaba bien.
—El personaje al que más admiras.
Rimbaud, el único que abandonó su arte para dedicarse a otra cosa. Para mí es un gran enigma.
—Otro instrumento que te gustaría tocar.
Ninguno. La composición es otro instrumento.
—Tu definición de felicidad.
La ausencia de dolor.
—¿Qué música te gustaría oír durante el último día de tu vida?
La mía.
—Tu epitafio.
“Les dejo una parte de mí a través de mi música y mis palabras para reconfortar almas”.
AQ