Andrés Kaiser nació en San Luis Potosí y estudió cine en Madrid. En 2018 dirigió Feral, película de “horror social” premiada en festivales y que por fin se proyecta en salas alternativas. Actualmente finiquita el documental La semilla invisible, que hizo a partir de filmaciones caseras de sus abuelos, y prepara Preciosísima sangre, con apoyo del extinto Fidecine. Kaiser, también autor del libro de cuentos La zarza ardiente (Atrasalante, 2017), juega ping-pong con Laberinto.
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—¿Qué es el cine para ti?
Contar historias en la modernidad.
—¿Para qué sirve?
Para dotar de identidad al ser humano.
—¿Qué significa ser cineasta en México?
Estar muy motivado, con pasión para observar el mundo y preparado para decepciones.
—¿Qué es el horror?
Algo que habita dentro de nosotros y que casi siempre nos negamos a ver.
—¿Por qué Feral y Preciosísima sangre tienen como protagonistas a sacerdotes?
La religión por sí misma tiene gran vocación para contar historias.
—Tu película favorita de terror.
The Innocents, de Jack Clayton.
—Una película de horror famosa que a ti te parezca pésima.
A veces, ser tan malas las hace buenas.
—Tu película favorita en general.
The Dark Crystal, de Jim Henson.
—Un director de cine mexicano.
Carlos Enrique Taboada.
—Un director extranjero.
Directora: Sofia Coppola.
—Tu maestro Leñero en tres palabras.
Generosidad, talento, tenacidad.
—Tu peor travesura en España.
Estar ahí tres años de ilegal.
—Lo mejor que aprendiste allá.
El montaje.
—¿Un editor en el cine es como un árbitro en el fútbol?
Más bien como un piloto militar de reconocimiento que vuela en tierra desconocida.
—¿Qué es lo que más te gusta de Canoa?
Sus múltiples lecturas dramáticas.
—¿De qué sirve rascar en el pasado?
Para saber hacia dónde vamos.
—¿Conoces La línea paterna, de José Buil?
Por supuesto, y es un referente para el documental que hago sobre mis abuelos.
—Un actor mexicano.
Gastón Santos.
—Un recuerdo de José Ángel García.
Cuando me pedía un güisqui para relajarse antes de la primera toma.
—Un libro en una isla desierta.
Los cuentos completos de Truman Capote.
—Lo más difícil al escribir un cuento.
Concentrar gran cantidad de energía en unas cuantas hojas.
—El libro que más te ha cambiado.
El mono desnudo, de Desmond Morris.
—Un poeta mexicano.
Iván Trejo.
—La virtud que más admiras.
La honestidad.
—El día más feliz de tu vida.
No lo sé.
—Una lección de la pandemia.
Somos más frágiles de lo que creíamos.
—Música para tus últimos minutos de vida.
De Vivaldi.
—Tu epitafio.
“Hizo lo que pudo”.
AQ