Ética y sensibilidad: las claves para narrar la violencia

Entrevista

"Debemos tener un respeto muy grande por las víctimas", dice José Antonio Gurrea, autor del libro Otredad. Migrantes, narcos y violencia en México.

José Antonio Gurrea ha recibido varios premiso por sus crónicas. (Foto: Yadin Xolalpa)
Ángel Soto
Ciudad de México /

No es difícil reconocer en la voz de José Antonio Gurrea el temple de cronista. No han transcurrido más de tres minutos de entrevista telefónica y él ya ha evocado algunos de sus viajes a las fronteras norte o sur de México. En esas regiones asoladas por la violencia y la pobreza, el periodista halló la “carnita” que nutre los textos que conforman Otredad. Migrantes, narcos y violencia en México.

Publicado por la editorial Trajín, el libro recoge crónicas escritas durante la última década. Ahí están el retrato de un extraficante de mariguana que ha hecho del activismo cannábico su modus vivendi, la historia del pueblo chihuahuense que, fantasmal, añora su época de bonanza algodonera, el éxodo de familias enteras y la batalla de un abogado para conseguirles asilo en Estados Unidos, las andanzas de un grupo de migrantes centroamericanos que aspiran a montarse en La Bestia para alcanzar el sueño americano, o el crudo relato de un feminicidio (otro más, carajo).

“Son textos atemporales, porque los problemas de migración, violencia y pobreza sólo se han agravado”, cuenta. “Lo que ha ocurrido —agrega, entre afligido e irritado— es que la violencia se ha cambiado de ciudad y las políticas gubernamentales no sirven para mucho. La violencia estaba muy fuerte en Juárez en 2008. Cuando yo la visité, en 2015, había bajado, pero no por un efecto del gobierno, sino porque el cártel de Juárez expulsó al de Sinaloa y estuvo dos o tres años tranquilo, hasta que el cártel de Jalisco entró en la disputa”.

Si los programas sociales han fallado en la rehabilitación de las comunidades, ¿puede el periodismo tender una mano a la reintegración social? El periodista conserva una esperanza afirmativa. Cuenta que, días después de que El Financiero publicara “Mitontic, la vida como en África”, su crónica sobre la precariedad en ese municipio chiapaneco, un grupo multidisciplinario de estudiantes del Tecnológico de Monterrey se organizó para llevar servicios de odontología, oftalmología y medicina general. “Eso es periodismo social”, recalca orgulloso.

"Debemos tener un respeto muy grande por las víctimas.Es gente lastimada"
José Antonio Gurreo Periodista

Mucho se ha escrito sobre la normalización de la violencia: los mecanismos de la ficción para relacionarnos con ella son un tópico predilecto de los estudios académicos; las páginas de los diarios —no solamente los sensacionalistas— están teñidos de sangre; y en los portales de noticias, el éxito de la nota roja sólo compite con el de la farándula. El periodismo enfrenta el desafío de hallar fórmulas al mismo tiempo novedosas y empáticas para no dejar de contar estas historias. “Hay que ir, sobre todo, con ética y sensibilidad, sabiendo que no puedes forzar a nadie a hablar. Debemos tener un respeto muy grande por las víctimas. Es gente lastimada. Por eso el libro se llama Otredad: son los otros los que sufren abuso, violencia, hambre. Lamentablemente hoy se está lucrando con el dolor y se promueve el morbo. Es un tipo de pseudoperiodismo al que le importa tener un like más. Ahorita estamos con la emergencia del coronavirus, pero cuántos conflictos siguen matando miles y miles de personas en el mundo”.

Además de haber colaborado en distintos medios nacionales, José Antonio fue director de El Universal Querétaro. Hoy dirige un sitio web, enlalupa.com, desde el cual combate ese vicio informativo. “Aquí no le tenemos miedo a los textos largos, siempre y cuando sean fregones”, expresa, sin ocultar la inflexión de orgullo en su tono.

Viajero infatigable, Gurrea busca historias incluso cuando está de vacaciones. Y aunque a veces se siente como un imán de realidades terribles, sabe que el oficio nunca se deja guardado en el cuarto de hotel. “Siempre estoy buscando historias” remata. “El sentido es regresar a la esencia del periodismo”.

ÁSS

LAS MÁS VISTAS