Mujer sobre la banqueta
Ahí está ella con sus ojos rasgados,
un poco sucia, pobre no es...
pobres otros que en acto las odian.
Cuando muera se pintará su sombra
sobre las sábanas, las fogatas serán
sus veladoras.
Yo escribo este recuerdo lleno de fantasmas.
Memorias
El río Bravo a pocos pasos de casa y la tragedia
construida por los obreros; maquilas y más
maquilas construidas por los pobres.
Lo que queda esperar la muerte de todos en manos
de máquinas, de cadenas.
En medio de terrenos largos mi casa, tortillas duras
sobre el comal, y sobre un hoyito de casa, ver lo grande
que puede ser la desesperanza.
Caminar
Quedarse aunque esto implique
irse quedando solo.
Ser una calaca en el asfalto
un montón huesos
y un corazón ardiendo.
Apostar a vivir.
Se pensaba al caminar,
lleno de cartas y de pensamientos,
para qué pensar en el precipicio,
en la ausencia, si él mismo era una sombra
un espejo donde quisiera verse,
mirarse como todos.
El placer de la fama
Kurt Cobain se autodestruía en el acto.
Vallejo murió en una banca en París:
la muerte lo siguió hasta cerrarle los ojos.
Cesare Pavese encerrado en un hotel.
Existe la tranquilidad de marcharte
viendo el televisor o intuyendo que es tu día.
Pero nada más despiadado
que irte con el corazón lleno de balas
que no eran para ti.
Carlos Macías Esparza
El autor de estos poemas nació en Ciudad Juárez, Chihuahua el 13 de marzo de 1978. Es integrante del colectivo José Revueltas, creado en su ciudad en 2006 en medio de una situación de violencia extrema.
AQ