Así no.
Así hasta Pancho Villa,
prócer de nuestro ilustre patriarcado,
las hubiera mandado al otro mundo
como hizo con 90 soldaderas,
en Santa Rosalía de Camargo,
el 12 de diciembre del 16
(y su nombre está inscrito en letras de oro).
Así no.
Sean más femeninas, más blanditas.
Organicen, mejor, maratones de llanto
silencioso, para no molestar
a quienes duermen, ya sea en sus hamacas
o en sus maravillosas oficinas.
Así no.
Sean más positivas, ¡propositivas!, digo,
sin ira, sin rencor, sin rabia, en santa paz.
Hagan algo pacífico, ejemplar: bloqueen
algún pozo petrolero, ahorquen la ciudad,
cierren Reforma... hasta que “Dios” las oiga.
¡Pero así no!
Ciudad de México, 8 de marzo de 2020
ÁSS